3 claves para entender cómo funciona la deuda subordinada

La deuda subordinada es una herramienta que permite optimizar la estructura de capital de las entidades financieras, ya que se ubica en un lugar específico en la jerarquía de pagos en caso de quiebra o liquidación de una empresa emisora.

Este es uno de los mecanismos más importantes para el fortalecimiento de diferentes sectores, dentro de ellos el financiero, donde se ubican las cooperativas de ahorro y crédito. “Esta es una de las herramientas que los inversionistas deberían considerar si buscan mantener estabilidad financiera y crecimiento a largo plazo. Esta clase de activo mejora el balance de las entidades ya que cumple con los requisitos de capital con un coste inferior al de las acciones ordinarias, mejora la rentabilidad de las entidades financieras y refuerza su calificación”, comenta Gustavo Zárate Solano, funcionario de Gestión Financiera de Cooperativa Ábaco.

Sin duda, la deuda subordinada es un tema que ha captado la atención de inversores, analistas y el público en general. Por tal motivo el ejecutivo comparte 3 claves para entender cómo funciona:

  1. Brinda rentabilidad. Este tipo de deuda trata de un título de renta fija, y como cualquier otro de este tipo, ofrece una rentabilidad mayor que otros activos de deuda. “Los inversores que optan por la deuda subordinada, como en cualquier otra inversión, deben ser conscientes de que están asumiendo un mayor riesgo, pero también tienen la oportunidad de obtener rendimientos más altos en comparación con inversiones más seguras», comenta Zárate.
  2. Fortalece la posición patrimonial. Al incrementar el capital social a través de esta vía, se construye una base financiera más sólida y estable, lo que otorga mayor capacidad para afrontar desafíos y potenciales riesgos financieros.
  3. Instrumento híbrido. Puede ser considerado como recursos propios, lo que permite reducir la cantidad que deben aportar los accionistas en el negocio y apoya el crecimiento a largo plazo. “Estas financiaciones ofrecen mayor flexibilidad en términos de cláusulas financieras, amortización o restricciones”, agrega el representante.

Adicional a estas claves, el ejecutivo señala que es fundamental contar con la opinión de un experto para tomar decisiones financieras cada vez más acertadas y así, estar en el camino correcto hacia un futuro financiero sólido y estable.