Actualmente nos relacionamos con una sociedad civil con mayores expectativas sobre el nivel de transparencia que las empresas deben alcanzar, el rol que deben jugar en la resolución de los grandes problemas ambientales (como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad) y su responsabilidad con el desarrollo de sus trabajadores y las comunidades donde participan, según comentó Julio Magri, Líder de Práctica Sostenibilidad de Aurys Consulting.
Explicó que del mismo modo, las iniciativas globales y el trabajo de los gobiernos locales impulsan esta misma tendencia, estableciendo mayores estándares que “cambien las reglas del juego” para asegurar que las empresas se hagan responsables de su impacto.
“En concreto, esto instala una nueva forma de hacer negocios que llegó para quedarse: los negocios sostenibles. Pero, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de negocios sostenibles? Un negocio sostenible es aquel que, en combinación a su objetivo económico, busca gestionar de forma consciente y consistente sus impactos ambientales, sociales y de gobernanza, no sólo de su propia cadena de producción sino también de sus proveedores al abastecerlo y de sus clientes, al utilizar los servicios y productos que ofrece” dijo.
Esto obligará a las empresas a centrar sus estrategias empresariales alrededor de tres pilares que antes no se encontraban de forma natural en el lenguaje empresarial: la responsabilidad medioambiental, social y su gobernanza.
Para dar los primeros pasos hacia un negocio sostenible resulta necesario elegir y atender prioridades. Recomendamos los siguientes 3 pasos concretos:
- Generar consenso interno y homologar el lenguaje con los Stakeholders: Asignar un responsable encargado de transmitir en la organización la necesidad de definir e introducir, de forma responsable, los elementos de ESG que la empresa deberá adoptar. Para ello resulta beneficioso llevar a cabo una encuesta de entrada que le permita al responsable entender qué nivel de madurez natural muestran sus colaboradores, y luego, realizar un análisis de materialidad para acordar y transmitir las aspiraciones y prioridades sobre los elementos claves de la cadena de valor.
- Levantar iniciativas, designar líderes y medir de forma recurrente: En base a las prioridades establecidas, levantar iniciativas específicas que resuelvan desafíos de sostenibilidad y medir de forma recurrente para mostrar los resultados al Gerente General. Deberán establecerse casos de negocio claros y precisos que identifiquen el valor cuali y cuantitativo capturado al hacer de forma distinta las cosas.
- Retroalimentar a la organización, proveedores y clientes: Los colaboradores deberán ser capaces de acceder a los avances y ver de primera fuente los resultados que los equipos de trabajo han conseguido. Empoderamiento a través de la entrega de información.