5 recomendaciones para una gestión exitosa de deudas y pasivos

Debemos desarrollar disciplina respecto al uso del endeudamiento.

Siempre nos han aconsejado que endeudarse o apalancarse como se diría en el argot financiero no es bueno. Seguramente tu padre, abuelo o alguna persona mayor que te aconseja te debe haber dicho “duerme tranquilo sin deudas”. El tema es que el endeudamiento es una herramienta muy importante y es una parte fundamental del desarrollo de la teoría y práctica financiera, pero ¿qué hacer para que no nos salga de control?, según informó Ricardo Gallo, Gerente general de INANDES Grupo Financiero.

El directivo compartió algunas recomendaciones para salir airoso en el uso de esta poderosa herramienta:

  1. Disciplina respecto al flujo de caja

En principio debemos desarrollar disciplina respecto al uso del endeudamiento. A veces pecamos de optimistas y nos autoengañamos que todo irá bien. Esto se da especialmente cuando sale el último modelo de un celular de marca famosa y corremos a la tienda a comprarlo. O queremos la última cartera o modelo de auto, y cuando estamos en la tienda o frente al funcionario bancario preguntamos cuánto seria la cuota que debemos pagar. En eso empieza la tentación, nos empiezan a “sonar” ofertas con cuotas y meses de pagos, hasta que encontramos el sonido que nos gusta. A veces lo tomamos sin considerar que no tenemos exactamente ese flujo disponible sino que existe la posibilidad de tenerlo, y ahí cometemos el primer pecado. Confiamos que todo irá bien y que tendremos ese flujo disponible por todo el tiempo que nos indiquen y damos nuestro consentimiento. El problema obviamente ocurre cuando los flujos reales no alcanzan.“Nunca tomes una deuda que no puedas pagar”

  1. Negocia con tus acreedores:

Si quieres mejorar las condiciones o mantener una buena relación con tus acreedores, nunca cortes la comunicación. Un buen contacto te puede permitir, en el caso de que mantengas tu récord de pagos, en mejorar las condiciones. Si tienes problemas, lo mejor será que busques algún tipo de arreglo. Cerrar la comunicación, si bien puede llevarte a resolver tu problema de una forma poco ética, dejará en ti una marca que quizás nunca puedas borrar. Si eres una persona creyente recuerda que “trata al prójimo como a ti mismo” es válido en todo aspecto de la vida. Si no eres, recuerda que todo en la vida es un círculo y que seguramente en algún momento estarás al otro lado de la mesa. “Si debes y tienes reales intenciones de pago, nunca cortes la comunicación aunque no puedas pagar”

  1. Prioriza el pago de las deudas:

Esta recomendación es bastante simple. Empieza pagando las deudas más caras y quédate al final con las más baratas. Eso es sentido común, pero sobre todo permitirá que tu flujo mejore. Esto lleva también a sugerir, que cuando negocies las condiciones, siempre lo hagas comprando con las posiciones pasadas o actuales que tienes respecto a las deudas. “Cuando pagues deudas empieza por las más caras, si tomas deuda toma siempre primero las más baratas”

  1. Consolida las deudas:

Aquí es la prueba de tu disciplina. Muchas veces consolidarás deudas a tasas más bajas que los créditos originales, pero si no eres disciplinado, sentirás un alivio y esa sensación de bienestar te hará caer y te volverás a endeudar, solo que en este caso la situación será más complicada. No solo tendrás la deuda pasada, que consolidaste y vienes pagando, sino que ahora deberás considerar una nueva deuda que estás asumiendo. Sin disciplina, esta herramienta cumplirá el dicho “el remedio es peor que la enfermedad” “Recuerda que consolidar deudas es eficiente si realmente asumes la disciplina de controlar los créditos que tomas”

  1. Utiliza el factoring u otras herramientas:

Mira que otras salidas puedes tener. Si eres un empresario que necesita capital de trabajo, evalúa si tienes facturas por cobrar y usa el factoring. Si tienes un bien inmueble utiliza una hipoteca o un lease-back. Evalúa que otras herramientas de financiamiento tienes disponibles y si realmente requieres el financiamiento busca la opción más económica. “Evalúa bien tus opciones antes de endeudarte, la primera opción no necesariamente será la mejor”