Por: María Lucero Chávez Tello (*)
Las energías renovables son el futuro de la sociedad y gran parte de la solución para el calentamiento global. Paneles solares impulsados por radiación solar son potencia en diferentes mercados como el de transportes, el cual poco a poco reemplaza al mítico oro negro: el petróleo. El sector de hidrocarburos que ha movido el mundo en los últimos 150 años está llegando a su fin.
Por consiguiente, Global Innovation Consulting determinó que se encuentra en riesgo el sector industrial enfatizando el sector petrolero. Asimismo, detalló la importancia de reestructurar las empresas buscando servicios innovadores, y qué mejor opción que utilizar los recursos naturales que brinda el planeta.
Sin embargo, este sector no desaparecerá de la noche a la mañana, ya que, el petróleo representa todavía el 31% de la demanda de energía primaria en el mundo, y sólo un 13% las energías renovables, incluyendo la hidráulica. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), reconoció como el panorama futuro más probable una caída de la demanda global a partir del 2029; mientras que organizaciones ecologistas como Carbon Tracker Initiative señaló que la energía solar podría cubrir el 29% del suministro mundial para el 2050. Y es que, el gran temor en torno al petróleo, a parte del alza de precio, es el peak oil, pues ya se llegó a su máxima extracción y se vuelve un recurso cada vez más escaso, desde 1859 cuando se extrajo el primer barril en Pensilvania, Estados Unidos.
¿Este hecho representaría una oportunidad de vida más eco sostenible? Para el director de Estrategias de UBS en España, Roberto Ruiz, representa un incentivo para la inversión en energías alternativas por diferentes razones como el ahorro energético en todos los campos, el salto de muchos sectores industriales al gas natural, el negocio de vehículos eléctricos o por avances en baterías que permitan almacenar electricidad a pequeña y/o gran escala. De esta forma, los expertos coinciden en que los próximos veinte años el petróleo no desaparecerá en su totalidad pero sí contemplan escenarios para diversificar su economía y cortar la dependencia total de ingresos petroleros.