Implementar la responsabilidad social empresarial (RSE) incentiva el crecimiento social y económico del entorno y por supuesto de las propias compañías. A diferencia de lo que muchos piensan, ser una empresa responsable con la sociedad no implica dejar de ser rentable. No se trata de un modelo de negocios desinteresado; las empresas se crean con fines de lucro y requieren de esos recursos para seguir invirtiendo en acciones positivas.
Después de los impactos del Covid-19, la población y empresariado han puesto mayor foco en generar un cambio es así que un estudio realizado por el Instituto de Valor Empresarial de IBM, basado en encuestas a 14.000 adultos de todo el mundo y 1.900 ejecutivos de grandes compañías, demostró que 93% de los consumidores de todo el mundo dice que esta crisis sanitaria afectó sus opiniones, no sólo sobre la sostenibilidad medioambiental, sino también sobre la responsabilidad social de las empresas para las cuales pretenden trabajar, invertir o comprar.
Según Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland, las compañías pueden orientar sus prácticas responsables hacia el interior o hacia el exterior de la empresa. El especialista considera que para lograr un modelo exitoso se debe usar como base los valores corporativos, con ello se puede crea un efecto dominó que impacte positivamente a la sociedad, a la empresa y al medioambiente.
Algunos beneficios de ser una empresa socialmente responsable son:
- Más productividad:
Antes de ser responsables con la sociedad y el ambiente, las empresas deben comenzar siendo responsables con sus recursos humanos. Al crear un ambiente laboral donde se beneficien todas las partes, los empleados serán más productivos en el día a día. A mediano y a largo plazo, esto conduce a mejores niveles de retención; y, por lo tanto, menores niveles de rotación.
- Clientes más leales:
La regla fundamental para obtener clientes habituales es cumplir con tu promesa de calidad de servicio y productos. Si además de eso les demuestras que te preocupa el bienestar social, la lealtad de tus clientes alcanzará un nivel superior. Además de ser tus clientes regulares, se convertirán en promotores de tu marca.
- Mejor imagen y mayor credibilidad:
Las empresas que respetan a sus trabajadores y a las comunidades que le rodean, se ganan el respeto de la sociedad. Ser consistentes con las responsabilidades adquiridas genera confianza y credibilidad. Además, proyecta una imagen pública que contribuye a la sostenibilidad económica de la compañía.
- Ventaja competitiva:
Estudiosos del tema afirman que los consumidores establecen una relación positiva con las empresas socialmente responsables. La razón es que la RSE agrega valor al consumidor; ya sea valor emocional, valor social o valor funcional. En otras palabras, contar con clientes leales se convierte en un activo intangible para las organizaciones, lo cual les brinda una ventaja competitiva ante otras marcas o propuestas de valor.