Por: Pamela Soto / Country Manager Perú de SimpliRoute
Los esfuerzos continúan, pero aún no son suficientes. Las mujeres se han ido enfrentando por mucho tiempo a diversas barreras que dificultan su ingreso, permanencia y ascenso en las empresas. A nivel mundial, y a pesar de los avances; aún no cuentan con una participación similar al sexo opuesto, en relación a los cargos más altos y directivos dentro de las organizaciones.
Sin necesidad de ir muy lejos. En Latinoamérica, el grupo femenino ocupa el 7% de las posiciones directivas, y sólo el 21% de las empresas, cuenta con una mujer en la alta gerencia, según el “Global Gender Gap Report» del Foro Económico Mundial. Mientras que, en Perú, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), refiere que, el 44% de la fuerza laboral está representada por mujeres, pero aún existe una profunda diferencia entre géneros.
Normalmente, los talentos femeninos se desempeñan en los rubros de servicios (42%); seguido, de las actividades comerciales (26%); agricultura, pesca y minería (21.5%); manufactura (8.6%) y, finalmente; transportes y comunicaciones (1.9%), según INEI. La logística, definitivamente, aún no es un sector que se caracterice por contar con presencia significativa de mujeres.
En el transcurso de los años, el sector logístico se ha posicionado mayormente entre el género masculino. Para poder cambiar la visión de este rubro y evolucionar hacia la igualdad, es importante informar sobre su papel en cualquier cadena de suministro, fomentar este interés en el ámbito económico y profesional, y finalmente, dar a conocer su gran amplitud en las salidas laborales.
Tras las medidas tomadas por la crisis sanitaria y el crecimiento abismal del e-commerce, el cual presentó un incremento del 50%, moviendo US$ 6,000 millones (CAPECE) en el 2020, la logística se encuentra en pleno auge y está empezando a adaptarse, por naturalidad, a los cambios y retos que la sociedad exige. Por lo tanto, este es el momento para seguir incentivando la participación igualitaria entre ambos sexos, en los diferentes sectores.
Un factor clave para mejorar esta participación, es la innovación y la reducción de la brecha digital. El uso de nuevas tecnologías en logística, como la automatización y robótica, no solo impulsará su desarrollo operativo; sino la inclusión de mujeres en más roles y en la toma de decisiones. La tendencia del sector apunta al binomio “personal cualificado y tecnología”. De acuerdo con PwC, en los próximos 10 años, se necesitarán 17 millones de profesionales en este campo. Por ello, tenemos la oportunidad y necesidad de cambiar los perfiles y la visión de las empresas, hacia un modelo de desarrollo con equidad de género.