- Medida favorecería a que las pymes dispongan de más capital de trabajo y liquidez para la continuidad de sus operaciones.
- Las pymes enfrentaron problemas de financiamiento el 2020 y se redujeron en un 48% respecto al año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
- El nuevo reglamento implica modernizar y automatizar los procesos de facturación de grandes empresas contribuyentes.
Frente a la aprobación del reglamento del Decreto de Urgencia 013-2020, publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF); que promueve el financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), startups y emprendimientos, a través del uso de facturas y recibos por honorarios; surgen las dudas respecto al impacto que genera en pagadores y grandes contribuyentes, de diversos sectores, que tendrán que ajustar procesos ante los cambios normativos.
Si bien este decreto de urgencia, que consta de 13 artículos y 2 disposiciones complementarias, se ha implementado con la finalidad de lograr mejoras adicionales en el esquema del factoring y de aportar positivamente a la liquidez de las pymes, exige al adquirente del bien brindar la conformidad o disconformidad a las facturas emitidas por el proveedor en 8 días calendario. El pago de forma total o en cuotas, en el plazo que el adquiriente acuerde con el proveedor, se debe hacer efectivo el siguiente día calendario.
Este cambio implicaría algunos retos y oportunidades en los compradores y proveedores. Renzo Alcántara, gerente general de TCI, Transporte Confidencial de Información, considera que las empresas tendrían que enfrentarse a cambios en búsqueda de “primero, mayor agilidad operativa en los procesos de recepción y aprobación de facturas electrónicas, ajustando procedimientos previos, como de conformidad de recepción de productos o mercaderías, controles de calidad, conformidad de áreas usuarias, entre otros. En segundo lugar, acelerar y mejorar la automatización en áreas vinculadas al proceso de facturación para poder cumplir con el nuevo plazo de declaración de 2 días desde la emisión de la factura”.
La medida posibilita que las MYPES, que disminuyeron en un 48% durante el 2020 (según INEI) a causa de la pandemia, se beneficien de liquidez a través del factoring. El contribuyente que recepciona facturas, cambia su proceso para darle la conformidad o disconformidad debida en un menor tiempo, pasando de 8 días hábiles a 8 días calendario; lo que no se encontraba normado y que ahora requerirá de una integración de sistemas que permita la trazabilidad de las facturas.
Esta sistematización del proceso de recepción de comprobantes electrónicos, que tendrán que realizar cerca de 15,000 principales contribuyentes, implicaría una inversión en la adaptación operativa y de sistemas, que puede generar ahorros de S/ 140,000 anuales aproximadamente. “Si bien este cambio genera cierto rechazo por el ajuste temporal y complejidad, impulsará la implementación de soluciones y sistemas automatizados para ganar eficiencias y hacer más competitivas y productivas a las empresas. Podría parecer un proceso bastante acelerado, pero para ello, es clave la integración de los proveedores de servicios electrónicos de facturación con la plataforma de SUNAT. La apertura está garantizada por ahora y este tipo de servicios ya están preparándose para colaborar en este proceso, haciéndolo más sencillo mediante la creación de nuevos campos en el proceso de conformidad de facturas”, comenta Renzo Alcántara.
A la par, el especialista precisa que el sistema de SUNAT también se viene ajustando para trabajar de la mano de los proveedores de servicios de emisión de facturación electrónica, entrelazando y centralizando la data de estos dos actores para beneficiar a grandes contribuyentes y MYPES, logrando la optimización del proceso de emisión y recepción de facturas y facilitando la conformidad de documentos de los contribuyentes.
Dinamismo del factoring en beneficio de MYPES
Con el cumplimiento del reglamento y aceleración de estos procesos de centralización de información, las MYPES podrán obtener liquidez de capital de trabajo de forma rápida (en un máximo de 14 días), evitando esperar plazos de 30, 60 o 90 días que imponen los clientes para cobrar su factura. Incluso, estas medidas benefician a aquellas que no cuentan con historial crediticio o que han sido excluidas del sistema financiero, permitiendo trabajar con bancos, cajas, financieras, o las casi 70 empresas de factoring (supervisadas por la SBS y registradas en Cavali) que existen en el mercado, y también contar a una menor tasa de descuento.
“Es clave que las grandes empresas entiendan la necesidad de dar el gran paso a la automatización de sus procesos de facturación en su emisión y recepción. Este paso dinamizará el mercado, junto a las micro, pequeñas y medianas empresas impulsando la reactivación económica a través del factoring electrónico. ”, precisa Alcántara.