Crisis del transporte marítimo y de contenedores: Perú debe implementar un programa de investigación y tecnología

El rebrote de la Covid-19 en China ha ocasionado el cierre de la ciudad industrial y complejo portuario de Ningbo, el tercero más grande en el mundo. Sumado a ello, la guerra entre Rusia y Ucrania viene produciendo una situación crítica en el mercado global.

David Tinoco, profesor de la carrera de Ingeniería Industrial y Comercial de la Universidad ESAN, afirmó que esto implica una interrupción en gran parte de las actividades productivas, primero en Asia y posteriormente en Europa, América del Norte y el resto del mundo, lo que dará lugar a un aumento del desempleo, especialmente en los Estados Unidos, con la consecuente reducción de la demanda de bienes y servicios. Por ende, existe la tendencia que el 2022 el producto mundial registre una marcada contracción.

“Como estadística de esta coyuntura tenemos que en mayo de 2020 el volumen del comercio mundial de bienes cayó un 17,7% con respecto al mismo mes de 2019. La caída en los primeros cinco meses del año fue generalizada, si bien afectó especialmente a las exportaciones de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, China experimentó una contracción menor que el promedio mundial, ya que controló el brote y reabrió su economía relativamente rápido. América Latina y el Caribe es la región en desarrollo más afectada. Implica que para el 2022 podríamos tener un escenario similar”, explicó el especialista.

Asimismo, dijo que en este contexto mundial de mayor regionalización de la producción, la integración regional debe desempeñar un papel clave en las estrategias de salida de la crisis en América Latina y el Caribe.

“Para avanzar en la integración regional, la infraestructura y el sistema de suministros de bienes globales forman parte de los paquetes de medidas de recuperación económica. Además de su relevante participación directa en el PIB y el empleo, son fundamentales para la producción de todos los bienes y servicios, el suministro de alimentos y servicios esenciales, y la competitividad internacional del comercio”, puntualizó.

Con respecto al bloqueo del tráfico de mercancías desde y hacia Rusia que se ha impuesto a dicho país como medida sancionadora para intentar detener el conflicto armado con Ucrania, Tinoco afirmó que en los Países Bajos, Bélgica y Alemania se esperan retrasos significativos porque están reteniendo barcos en ruta hacia Rusia.

En ese sentido, el docente de la Universidad ESAN, recomendó tomar acciones preventivas para mitigar el impacto que ya se viene dando en nuestro país, dado que tenemos muchos insumos que se importan de Rusia y Ucrania, tales como diésel y harinas que ya vienen reflejando su impacto en nuestros productos de primera necesidad.

Consecuencias económicas

Para Tinoco, las consecuencias económicas que tiene el conflicto armado que estalló entre Rusia y Ucrania son todavía difíciles de anticipar de forma exacta. Lo que sí parece claro es que la escalada bélica impactará de lleno sobre indicadores clave como la inflación, echando por tierra las proyecciones macroeconómicas previstas para España y el conjunto de la Eurozona durante 2022. Los precios podrían repuntar un 6,5% a lo largo del año y el alza del PIB prevista se frenaría sin remedio.

Agregó que la agencia de calificación Moody’s ha advertido de una posible recesión global y de la subida del Brent hasta los 150 dólares por barril en caso de que la invasión por parte de Rusia se prolongue en el tiempo. Se trata, sin embargo, de una posibilidad de calado medio, pues la apuesta de la entidad es que la guerra concluya pronto.

Manifestó además, que con esta proyección de indicadores, es totalmente previsible que se nos venga una cadena de incrementos dado que todo se mueve sobre el transporte y si este tiene un fuerte incremento en los costos de combustibles es inevitable que su efecto impacte en todos los suministros, por lo tanto, el sector de transporte será uno de los primeros que recibirá el impacto de la crisis y seguidamente de los demás sectores que se apoyan en este servicio que es transversal.

Impacto en los consumidores

El experto aseguró que el efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania ya se está notando en los precios de la energía, de los carburantes e incluso de los alimentos, los mismos que ya estaban elevados antes de que comenzara el conflicto y que en las últimas semanas se han disparado: alimentos, bebidas no alcohólicas, carburantes, gas y electricidad, están teniendo un impacto directo muy notable en la inflación que ya supera el 7,5%. En los mercados ya se habla de deflación. De la misma manera, los mercados financieros, muy sensibles, también se resienten por el conflicto, como han demostrado las caídas de las bolsas europeas.

“Perú no es ajeno a esta ola de incrementos, ya estamos sintiendo de forma directa el incremento en los combustibles, pan, pollo, otros alimentos de primera necesidad, entre otros. El consumidor de a pie es el que sufre las consecuencias de algo que desconoce porque se da”, enfatizó.

Plan de contingencia de las empresas

Adicionalmente, Tinoco comentó que a nivel interno el plan de contingencia resulta ser muy crítico, toda vez que somos un país dependiente de muchos productos que se importan y eso conlleva a una importante dependencia del mercado internacional, si a eso le sumamos el incremento de precios de los productos que importamos, la situación se pone mucho más crítica.

Es por eso que, aseveró que el Perú debe incursionar e implementar un serio programa de investigación y tecnología, para generar nuevas oportunidades de producción y obtener recursos propios y así no tener que exportarlos, con el objetivo de luego importarlos como productos terminados y venderlos a mayor precio.

“La pandemia obligó a desarrollar nuevos escenarios productivos y se rompieron grandes mitos, por ejemplo el del trabajo virtual. La guerra también con seguridad impactará en el cambio de modelos de producción y habrá sorpresas en nuestro sector industrial, que en el mediano plazo veremos consolidar.  Por lo tanto, les toca a nuestras empresas unirse para consolidar un nuevo escenario de desarrollo productivo “, finalizó.