Por: Álvaro Echeverría- CEO y Fundador SimpliRoute
Las empresas y el medio ambiente guardan una relación muy estrecha que no siempre ha sido colaborativa, sin embargo, es momento de cambiar este paradigma. Hoy más que nunca las compañías deberían tomar un rol activo en la protección de nuestra biósfera.
Pensar en un desarrollo sostenible es crucial, y apostar por él, aún más. La industria no puede seguir invirtiendo solo con el objetivo de vender cada vez más cada año. La preocupación por la huella de carbono que emite, o los residuos que genera, es un eje del que debieran hacerse cargo tanto las empresas que manufacturan, como quienes operan logísticamente para distribuir los materiales y productos terminados, así como también los consumidores.
Hay muchas formas de abordar estas problemáticas. Una de ellas es la logística. El transporte de bienes de un punto a otro y la huella de carbono que este proceso emite es una de las principales causas de contaminación a nivel mundial. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, un 24% de las emisiones de CO2 liberadas al medio ambiente en el planeta proviene de la quema de combustibles fósiles asociada a la industria logística.
Este momento para buscar alternativas y hacer de este proceso lo más amigable posible con el medioambiente, reduciendo las emisiones sin afectar de manera directa el desarrollo de los negocios.
Cambiar el sistema de transporte por uno eléctrico pareciera ser una buena alternativa, sin embargo, es un proceso que no puede darse inmediatamente debido a que necesita inversión en infraestructura especial que cubra la mayor cantidad de sectores dentro del país para permitir una conectividad óptima. Mientras avanza este cambio, es posible hacer mucho en el terreno de la logística.
El domingo 5 de junio se conmemora el “Día Mundial del Medio Ambiente” y como vemos en muchas industrias, el uso de recursos tecnológicos ya es una realidad. Ampliemos ese espectro sin miedo hacia otros rubros. Repensemos la logística de manera transversal, incluso dentro de las empresas que ya se dedican a rubros asociados a la sostenibilidad, como el reciclaje, por ejemplo, que puede disminuir aún más su huella de carbono integrando soluciones tecnológicas que optimicen sus rutas logísticas y permitan disminuir un tercio de la contaminación que genera este proceso. La mayoría de los rubros que requieren logística pueden implementar las mismas soluciones. Ya no hay excusas.