Para Gonzalo Casavilca, experto agrónomo de Yara Perú, una de las principales razones de la baja productividad del café peruano, se debe a que el agricultor no aplica un programa de nutrición balanceada a base de fertilizantes por desconocimiento, falta de acceso o tradición.
“La nutrición del cultivo es fundamental, pero debe ser de manera dosificada y en el momento adecuado. En Yara trabajamos con caficultores de Cajamarca y San Martín que han logrado una productividad mayor a los 50 quintales por hectárea. Esto demuestra que, con insumos agrícolas de calidad y conocimiento en el manejo del cultivo se puede lograr altos rendimientos. Sin embargo, las prácticas agrícolas siguen siendo tradicionales”, comentó.
Por su parte, Juan Manuel Benites, ex ministro de agricultura, explicó que “una gran alternativa para los caficultores es apostar por la producción de cafés especiales. En este tipo de café prima la calidad de taza (aroma, cuerpo, acidez, sabor). A mayor calidad, mayor será el precio que pagará el mercado para obtenerlo. Un quintal de café con una calidad de taza superior a los 88 puntos puede llegar a bordear los USD 1000.00”.
Según Casavilca, para alcanzar una calificación de 85 a 89 puntos en calidad de taza, es importante un buen manejo postcosecha (cosecha selectiva, fermentación y secado adecuado, un correcto almacenaje libre de olores fuertes), pero más importante aún es aplicar distintos macro y micro elementos en cada etapa del cultivo como el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, boro y zinc porque hacen que la planta y el fruto del café creza de manera óptima, mejora la calidad, permiten una reducción de la acidez de los suelos, mejora la tolerancia al estrés hídrico y a las enfermedades como La Roya, Phoma, Botritis, entre otras.
En ese sentido, resulta indispensable que el Gobierno, el sector privado, la sociedad y los gremios acompañen el campo con programas de transferencia de conocimiento, que brinden herramientas a los medianos y pequeños agricultores para adoptar buenas prácticas agrícolas que los hagan más competitivos.
Finalmente, la Junta Nacional del Café advirtió que a inicios de año, miles de caficultores en las zonas productoras de la selva central están migrando a cultivos ilícitos como la coca porque les genera una mayor rentabilidad. La alternativa para frenar esta migración pasa por aumentar la productividad por hectárea, pero también mejorar la calidad.
“Estamos bastante preocupados por la situación actual. Muchos de nuestros agremiados todavía están pagando deudas contraídas en años anteriores. El café es nuestro sustento de vida y queremos aprender a ser más eficientes para elevar nuestra productividad y calidad para ser más competitivos. Buscamos el apoyo de las autoridades competentes y del sector privado para lograrlo”, añadió Martín Cabezas, dirigente de la Confederación Nacional de Caficultores.