Cinco curiosidades del mundo de la aviación que probablemente desconocías

El informe anual de la Organización de Aviación Civil Internacional revela que 1.800 millones de personas se trasladaron en avión durante 2020, en medio de la pandemia.

La mayoría de los pasajeros se sube a un avión sin preguntarse varias cuestiones como por qué la tripulación baja las luces o qué tan antiguo es el avión donde se encuentran. A continuación, respondemos algunas de estas curiosidades del mundo de la aviación.

  1. La caja negra, no es negra

La caja negra de un avión es el dispositivo que recolecta los datos que, en caso de cualquier accidente, sirven para averiguar las causas y de esta manera orientar la investigación. Por este motivo, es uno de los aparatos por el que más se interesan las autoridades después de un accidente aéreo. A diferencia de su nombre, estas cajas no son negras. Están pintadas de colores llamativos como rojo, amarillo y naranja para que sean fácilmente localizables.

  1. El piloto y el copiloto nunca pueden comer lo mismo

Esto se realiza con el fin de prevenir cualquier posibilidad de intoxicación y asegurar que siempre habrá un piloto en buenas condiciones de salud para llevar el avión a destino. Esta práctica no es un mandato reglamentario y cada aerolínea tiene sus normativas al respecto.

  1. Los vuelos sin combustible tradicional ya son una realidad

El 1 diciembre de 2021 tuvo lugar el primer vuelo comercial, con 115 pasajeros a bordo, que utilizó combustible de aviación sostenible (Sustainable Aviation Fuel, SAF, por sus siglas en inglés). Este producto se fabrica a partir de 60 materias primas diferentes, entre ellas aceites vegetales, algas, grasas, flujos de residuos, alcoholes, azúcares, CO2 capturado y otras fuentes y procesos alternativos. Actualmente, todos los motores de GE Aviation están preparados para volar utilizando combustible convencional y SAF.

  1. Las ruedas de los aviones no son como las de cualquier otro vehículo

Las gomas de los aviones no tienen cámara de aire, sino que se llenan con nitrógeno para evitar que exploten tanto por el calor como por los impactos contra la pista cuando aterrizan. Además, por cuestiones de seguridad, al no tener oxígeno se evita la posibilidad de un incendio dentro de la goma.

  1. La antigüedad de los aviones no se mide en años

La vida útil de los aviones no se determina por los años, sino por el número de presurizaciones a las que se somete. Cada vez que un avión se presuriza durante el vuelo, provoca una tensión en su fuselaje. Con el tiempo, esta tensión provoca una fatiga metálica irreparable y grietas. Una regla aproximada es de 75.000 presurizaciones por avión. En términos humanos, esto equivale a unos 20-25 años para la mayoría de los aviones.