María Carolina Helo, socia asociada de McKinsey Bogotá
“El desempeño en la transformación”, fue el tema del taller desarrollado en el marco de XIX Foro de Recursos Humanos, organizado por la Cámara de Comercio Americana del Perú (AMCHAM), en el hotel Westin.
En este taller, se expuso que la introducción de nuevas herramientas tecnológicas, debe ir a la par con el cambio de la mentalidad dentro de una organización. Esto permitirá que tanto los líderes, como los colaboradores de la empresa se comprometan con el cumplimiento de los objetivos, logrando el crecimiento de esta.
Esto ha llevado a que las empresas pasen de un proceso estructural a una más dinámica, donde las funciones entre jefe y trabajador se encontraban marcadas por amplios márgenes. Hoy esto es diferente, debido a que se busca un trato más lineal en ambos, para que los colaboradores puedan tener la potestad, de dar soluciones que ayuden a mejorar la compañía.
Es así que, como empiezan a surgir ciertos términos como los squads, producto owner o tribus, que para muchas empresas puede que sea desconocido. Sin embargo, ya se han convertido en parte de la estructura laboral que se marca el día de hoy.
Los squads, son conocidos como los equipos multidisciplinario que trabajan a la par uno junto al otro, con un solo objetivo y poder de decisión en común, mientras que las tribus contienen estos equipos llamados squads, y que pueden integrar de 100 a 150 personas. En el caso de los product owners, son esas personas que demuestran la capacidad de un líder y que velan por el cumplimiento del objetivo, pero que no tienen ningún puesto o cargo dentro de la corporación.
Si bien, esta forma de trabajo lleva a que todos asuman una responsabilidad en la toma de decisiones, a veces suelen ocurrir ciertos inconvenientes que no son expuestos o corregidos a tiempo, convirtiéndose en una bomba de tiempo que puede afectar tanto a la empresa como a sus trabajadores.
Para que esto no suceda, María Carolina recomienda que es importante aplicar la retroalimentación dentro de la organización, es decir, el reconocer y hablar sobre los errores cometidos para que sean corregidos por el equipo, de esta manera los colaboradores aprenden de este incidente para no volver a repetirlo.
Este impulso, genera cierto empoderamiento en el momento de solucionar problemas que susciten dentro de la empresa, y que ayude a determinar un objetivo común como equipo.
La socia asociada de McKinsey Bogotá sostiene que, las organizaciones deben tomarse un tiempo para la retroalimentación, ya que es el pilar de una corporación. Esta puede ser informal y que soluciona de manera oportuna los problemas que pueden estar ocurriendo dentro de la empresa.
Por otro lado, la evaluación de los miembros del equipo ayudará a que se determine como se está dando el proceso productivo dentro de la corporación, qué necesita mejorar y cómo se puede aplicar en ella.
Al finalizar el taller, muchos de los asistentes percibieron que para aplicar estos cambios en sus centros laborales va depender del compromiso y el cambio de mentalidad de las cabezas del equipo, a la vez que este proceso debe ser paulatino para ver si esta se puede adaptar a la realidad de la empresa o no.