Pese a que la inteligencia artificial, el big data y las tecnologías de optimización de procesos han impulsado, a un ritmo inimaginable, la transformación digital y obligado a contar cada vez más con profesionales; aún la participación de las mujeres en el ámbito de la ciencia, ingeniería y tecnología es muy baja.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, solo el 22% de los profesionales que trabajan en el campo de la inteligencia artificial son mujeres. Cifra que tiene coherencia con los datos brindados por INEI, en donde recalca que la vulnerabilidad laboral femenina en el Perú aumentó en un 57%, durante el último año.
Ante esta situación, el reto es trabajar en una comunicación asertiva que permita que más mujeres se sientan motivadas de involucrarse en estos puestos y aprovechar al máximo sus habilidades científicas, estratégicas y comunicacionales que las predispone a comprender diferentes contextos. Además, de su facilidad para acoplarse a nuevas herramientas y situaciones, lo cual las convierte en un anclaje perfecto para la realización de tareas de investigación en todos los niveles jerárquicos.
Hoy en día, las ejecutivas cuentan con sistemas que permiten dirigir bajo un mejor control operacional y gestionar el trabajo en equipo, de una manera más eficiente, a través de tecnologías como Sparta AI, que brinda KPI de negocio y fidelización sumamente importantes para la compañía; o sistemas de omnicanalidad que facilitan los procesos y mantienen a todos los colaboradores alineados con los objetivos de negocio.