- Es fundamental contar con asesores especializados para atender estos procesos.
Muchas organizaciones, al iniciar sus operaciones, necesitan de una cantidad determinada de personal para funcionar. En el camino, pueden ir requiriendo más colaboradores o, por el contrario, deciden prescindir de algunos por diferentes razones. Frente a ello, existe un proceso denominado desvinculación laboral a través del cual se da por terminada la relación contractual entre un trabajador y su empleador.
El proceso actual supone que, al haber identificado una falta grave o conducta prohibida prevista en la norma, de tal magnitud que haga imposible la continuidad del vínculo laboral, la empresa pueda iniciar el proceso de despido por falta grave. Por ejemplo, si se detecta apropiación indebida de bienes de la empresa, abandono de trabajo (más de 3 días consecutivos, 5 días no consecutivos dentro de un periodo de 30 días o 15 en 180), acudir al centro de labores en estado de ebriedad, entre otras. Estas se convierten en causas que validan y justifican poder iniciar un proceso de desvinculación.
“Sin embargo, una vez iniciado el proceso de despido, el trabajador tiene un plazo de 6 días para presentar su descargo, y así defenderse de las imputaciones realizadas en su contra. En caso no se permita que el trabajador ejerza plenamente su derecho de defensa durante el proceso de despido, éste tendrá grandes posibilidades de éxito en caso quiera impugnar judicialmente su cese”, explica Jaime Zegarra, Asociado Senior de Dentons Perú.
Cabe resaltar que en el Perú no se necesita la autorización previa de ninguna autoridad para iniciar un proceso de desvinculación por causa justa, haciendo referencia específicamente a los despidos, como ocurre en otros países como Ecuador o Venezuela, por ejemplo. ”Si bien existen propuestas del gobierno vigente por optar por la vía judicial para atender estos procesos, lamentablemente la entidad judicial está colapsada por la carga procesal. Entonces, difícilmente se podría atender en plazos breves este tipo de procesos laborales”, señala el especialista.
Recomendaciones
En ese contexto, Dentons Perú brinda algunas recomendaciones para aplicar la desvinculación de una manera segura y amigable, y así evitar futuras contingencias.
Primero, se sugiere contar con un programa eficiente y documental de fiscalización y cumplimiento de obligaciones laborales, ya que muchas veces los trabajadores incurren en faltas que podrían justificar un despido, pero no existen las pruebas correspondientes para procesarlo. Además, es importante dejar constancia de cuáles son las obligaciones y conductas permitidas o no, y cómo fiscalizarlas objetivamente.
Segundo, la empresa debe asegurarse que el proceso iniciado corresponde a una causa justa de despido, y debe poder exponerlo claramente a las partes involucradas. De esta manera, se evita las contingencias como denuncias interpuestas por el colaborador por despido arbitrario o injustificado. Considerando que en esos casos, puede solicitar ser repuesto en la posición que ocupaba, lo que implicaría además, cuando menos, el pago de las remuneraciones devengadas dejadas de percibir desde el cese hasta la reposición efectiva.
Tercero, en caso se opte por una desvinculación pacífica y convenida por ambas partes, es importante identificar las necesidades objetivas de la persona a desvincular, ya sea por edad, carga familiar, etc. Esto es un trabajo que muchas veces no se hace, sin embargo es fundamental identificarlas para que la oferta (no necesariamente económica) sea tan atractiva que convenza al trabajador de celebrar un acuerdo de mutuo disenso.
Por ejemplo, ofertas de cobertura médica para toda la familia después del cese, pago de escolaridad, programa de recolocación, entre otras.
Finalmente, todo proceso llevado a cabo en las empresas debe estar validado por un especialista. “La mejor forma de proceder dentro de una organización y, particularmente, para el caso de las desvinculaciones laborales, es que un abogado asesore y supervise cada paso a ejecutarse durante el proceso. El verdadero éxito dentro de un proceso de desvinculación se obtiene luego de que ambas partes llegan a entender verdaderamente las posiciones contrarias y existe un comprimo real para encontrar puntos en común”, afirma Zegarra.