Estudiar en el extranjero es clave para la empleabilidad futura.

Poseer un título universitario ya no es suficiente para garantizar un buen desempeño profesional en el cambiante y dinámico contexto laboral actual.

De hecho, según TEAM up!, agencia especializada en educación internacional, la mayoría de las empresas creen que hay un desajuste entre las competencias profesionales que necesitan y las que el sistema educativo ofrece. “Los padres debemos pensar en llenar la mochila de nuestros hijos con las habilidades necesarias, aquellas que los preparen para las profesiones del futuro y mejoren su empleabilidad, de manera que podamos ir alineando su formación con el empleo”.

El 85% del éxito laboral proviene de tener habilidades sociales y soft skills bien desarrolladas, según diferentes investigaciones.

Entre las soft skills más valoradas por las empresas destacan: la comunicación, adaptación al cambio, flexibilidad, resiliencia, autonomía, liderazgo, gestión de la diversidad y creatividad.

Pero, ¿cómo potenciarlas? “Estudiar en el extranjero, especialmente un año escolar, permite desarrollar en los estudiantes estas y otras habilidades”, asegura Elena Ortega, asesora educativa de TEAM up!

Por poner un ejemplo práctico, realizar proyectos con personas de otras culturas y que no hablan su lengua materna, permite al estudiante internacional mejorar su capacidad para trabajar en equipos multiculturales, una soft skill fundamental en el mundo laboral.

Con este tipo de retos, se da la oportunidad a los estudiantes de comprender otras culturas ampliando su visión internacional del mundo.

5 razones explicadas por los profesionales

  1. Saliendo de su zona de confort, aprenden a ser creativos para solucionar los problemas y a desarrollar el pensamiento crítico.
  2. Sin la supervisión paterna, aprenden a gestionar su tiempo, sus tareas y a ser mucho más autónomos y responsables en la toma de decisiones.
  3. Todo este aprendizaje y autonomía refuerza su confianza.
  4. La adaptación a nuevas culturas e idiomas les ayuda a ganar flexibilidad.
  5. Toda la experiencia se traduce en madurez ya que, sin el apoyo directo de su núcleo familiar, tendrán que enfrentarse a situaciones y a tomar decisiones que no tendrían que tomar estando en España.

“Los estudiantes internacionales viven su gran aventura, aprenden a comunicarse en otro idioma con fluidez, refuerzan su currículo vitae, hacen amigos de diferentes países, descubren nuevos lugares… ¡Una gran experiencia que nunca olvidarán!”, afirma Borja Ortega, asesor educativo de TEAM up!.