Todo buen inversionista entiende primero la importancia del ahorro porque es consciente de la necesidad de disponer de dinero inmediato durante alguna turbulencia económica.
También, todo inversionista tiene capacidad de análisis de datos para tomar decisiones rápidamente y con poca información; disciplina para mantener proyecciones de presupuestos y no excederse en los gastos establecidos; además de organización para encontrar oportunidades.
“Los inversionistas prefieren optar por cuentas de plazo fijo porque garantizan que su dinero crezca en el tiempo. La campaña ‘Pon a chambear tus ahorros’ de Caja Piura ofrece una tasa de hasta 8% anual para ahorros de mínimo S/500 y además permite disponer de los intereses ganados en cualquier momento”, explica gerente regional nor oriente de Caja piurana, Oscar Vílchez Castro.
“Pero antes de seleccionar un producto para invertir, es fundamental conocer qué tipo de inversionistas somos”, señala Vílchez. Su perfil dependerá principalmente del riesgo que está dispuesto a correr de acuerdo a sus ingresos mensuales y cuáles son las expectativas de retorno que tiene. Según estos indicadores, el especialista divide los inversionistas en tres perfiles:
- El audaz: Es una persona que busca alta rentabilidad en el largo plazo y no le preocupa demasiado las fluctuaciones o caídas de su inversión en el corto plazo porque prevé que esta se puede recuperar en el tiempo. “Suelen ser jóvenes que optan por negocios o instrumentos que generan rentas variables como acciones y participación en fondos de inversión”, sostiene el vocero de la microfinanciera.
- El moderado: Este inversionista busca el equilibrio entre la rentabilidad y el riesgo. Es analítico y decide invertir de forma diversificada, esperando un retorno interesante en el mediano o largo plazo. “Este perfil de inversionista es el que más participación tiene en la actual coyuntura económica debido a la cantidad de variables que afectan el mercado”.
- El conservador: Es alguien que prioriza la seguridad de su inversión antes que la rentabilidad y prefiere ver resultados a corto plazo. Asimismo, optará por minimizar los riesgos aun cuando eso signifique reducir sus márgenes de ganancia por efecto de la inflación. En la mayoría de los casos, el inversionista conservador apuesta por opciones que le ofrezcan una rentabilidad fija, aunque sea mínima.