- Para el consultor de Supera World, existen similitudes y diferencias entre un liderazgo empresarial y un liderazgo deportivo.
Arrancó una de las competiciones deportivas más importantes del planeta, el Mundial Qatar 2022, donde participan 32 selecciones de fútbol quienes se enfrentan para definir al mejor equipo del mundo que se lleve la copa a casa. Y con el inicio de este torneo futbolístico surge la pregunta sobre si ¿Existen diferencias entre un liderazgo empresarial y uno deportivo?
Para José Antonio La Rosa, Co-fundador de la consultora internacional Supera World, empresa especializada en transformación cultural y que llevó al Cienciano del Cusco a la histórica victoria de ganar la Copa Sudamericana y la Recopa, existen similitudes y diferencias entre un liderazgo empresarial y un liderazgo deportivo.
«Con respecto a las similitudes, en ambos, la formación de equipos es el resultado de un proceso. Ni en el fútbol ni en las empresas los equipos se construyen de un día para otro; en los dos se requiere esfuerzo, talento, trabajo y conocimiento. Se necesitan liderazgos claros y con continuidad de una línea de pensamiento. Además, comparten el sentimiento de pertenencia y la necesidad de integración colectiva», remarca José Antonio.
Mientras que, en el caso de las diferencias, el experto de Supera World las comparte para conocerlas a profundidad.
- Éxitos y fracasos. En el fútbol los resultados son inmediatos, se puede ganar, perder o empatar en tan solo 90 minutos. Sin embargo, no hay ninguna consecuencia más que la emocional que trae como resultado el final de un partido. Por otro lado, en una empresa los éxitos o los fracasos se visualizan, impactan y se miden a mediano o largo plazo. Y, cuando una fábrica cierra las consecuencias son «garrafales».
Además, en el deporte los puntos que gana un equipo los pierde el contrincante. En cambio, en el mundo empresarial existe la ecuación Ganar-Ganar. “Pueden convivir dos empresas exitosas en el mismo rubro, aunque compitan. Un empresario no piensa en cómo hacer para que su competencia pierda y cierre; de hecho, existe la figura de competencia desleal y está penada», agregó José Antonio.
- Trabajo en tiempo real con objetivos inmediatos. Otra diferencia que rescata José Antonio es que, en el fútbol, y más en un mundial, se debe trabajar con el equipo de forma inmediata en cada partido pues los resultados no pueden esperar. Además, un punto importante es que en el deporte rey se le debe sumar el entrenamiento mental de los jugadores para no dejarse influenciar por emociones o situaciones negativas.
El experto resalta que la mente es tan importante como el estado físico. Mientras que, en las empresas los plazos son mayores y los resultados no suelen evaluarse a diario, además, no existe la necesidad de ocultar algún malestar o molestia.
- La edad de la experiencia. La estrella de un equipo de fútbol tiene alrededor de 20 o 25 años y, mientras más joven mayor será su energía afirma el consultor de Supera World. Sin embargo, en una empresa una persona tan joven difícilmente va a ocupar un puesto jerárquico, ya que se supone que aún no ha acumulado la experiencia ni el conocimiento necesario. Aunque existen algunas excepciones, pero por lo general los empleados con funciones de toma de decisiones tienen más de 35 – 40 años. Warren Buffett con 92 años sigue siendo la cabeza de Berkshire Hathaway y sigue tomando decisiones trascendentales de inversión.
Además, agrega que, en un equipo de fútbol los integrantes pertenecen a una misma generación. En una empresa pueden convivir tres o cuatro generaciones, por lo que el líder debe gestionar los equipos con diferentes culturas, objetivos, hábitos y modos laborales.
- Exposición: El deporte funciona como espectáculo que entretiene a los espectadores. Los partidos se relatan, los resultados se publican; incluso la vida de los jugadores son parte de las noticias. En el caso del mundial de fútbol son millones quienes juzga una actuación y dan valoraciones que no siempre son justas. Por su parte, las empresas también tienen público: clientes, colaboradores, accionistas y la sociedad en su conjunto.
Si una empresa está bien administrada sus éxitos perduran en el tiempo. Mientras que, en el fútbol, hoy se gana y mañana se pierde.