Por: Rubén Salazar, Senior Vicepresidente de Productos Visa América Latina y el Caribe
En la actualidad la industria de pagos está vigorizada por una velocidad sin precedentes de adopción de tecnología que está transformando la forma en que compramos y vendemos. Con 60 años de historia, la industria de los pagos electrónicos es muy joven en comparación con la industria monetaria, bancaria o comercial. Grandes empresas como MasterCard y Visa empezaron a cotizar en bolsa en 2006 y 2008 respectivamente, China Union Pay, la asociación de tarjetas bancarias chinas fue creada en 2002, 26 años después de la creación de Visa.
Fintech es un término compuesto por las palabras Tecnología y Finanzas en inglés, que fue inventado a comienzos del siglo XXI para referirse a una nueva industria enfocada en el desarrollo de modelos de negocios y tecnología en las fronteras de la banca, el mercado, los pagos y el comercio tradicionales. Este nuevo agrupamiento industrial atrajo alrededor de US$ 40 mil millones de inversiones el año pasado, un crecimiento del 120% con respecto al año anterior. Muchas empresas Fintech están compitiendo con los bancos y con las empresas tecnológicas establecidas, pero, en la mayoría de los casos, colaboran con las instituciones financieras para proporcionar nuevas plataformas tecnológicas y mejorar las experiencias de los usuarios. Como resultado de esta colaboración estamos viendo la industria bancaria y de pagos más activa de los últimos 100 años. El precio es grande: a nivel mundial más del 70% de los gastos de los consumidores se realizan en efectivo y los flujos de B2B están dominados por ACH y otros tipos de transferencias de dinero tradicionales. Economías enteras se verán beneficiadas por esta rápida transformación y adopción de tecnología.
Pero, ¿hacia dónde va la industria? Este es un panorama de lo que nos depara el futuro con cuatro megatendencias que están dando forma al comercio y a los pagos.
Acceso universal a credenciales de pago
Sabemos que la inclusión financiera en todos los mercados es clave para revelar el gran potencial del comercio alrededor de mundo y, por supuesto, beneficiar directamente a los consumidores y a las economías en su totalidad. Muchos esfuerzos durante las últimas décadas han acelerado la penetración de la banca, pero hoy en día una persona puede tener acceso a una cuenta corriente o de ahorros y aun así estar excluida de la economía digital. La inclusión financiera es importante, pero la inclusión digital es igual de importante.
Concebimos una industria donde todos puedan tener acceso a credenciales de pago para participar en economías impulsadas digitalmente. Gracias a la tecnología el costo de crear credenciales de pago se reduce a centavos. La tokenización, por ejemplo, permite a los consumidores de hoy eliminar el plástico físico o el dinero en papel para participar en el comercio. A medida que las economías pasen del comercio controlado por el efectivo a entornos digitales, los ciudadanos requerirán las debidas credenciales y el acceso a la tecnología para comprar y vender. En un futuro no muy lejano, la mayoría de los seres humanos tendrán acceso a una credencial de pago portátil para participar activamente en todo tipo de comercio.
Acceso universal a métodos de aceptación
Durante los últimos 50 años el crecimiento de la red de aceptación dependía del hardware. El principal factor eran los terminales físicos y la conectividad. Eso dio lugar a desequilibrios ya que tenemos menos de 60 millones de puntos de aceptación atendiendo a 3,5 mil millones de credenciales de pago, como es el caso de Visa, la red de pagos más grande. Los puntos de aceptación para Union Pay (antes China Union Pay) serán alrededor de 27 millones, para AmEx menos de 10 millones, según fuentes de la industria como el Informe Nilson.
En esto la tecnología está nuevamente marcando la diferencia y los nuevos métodos de aceptación, incluyendo códigos QR, pagos sin contacto y demás, están creando la posibilidad de aceptación basada en software. Las redes sin terminales están permitiendo que los pequeños comercios puedan participar en los pagos digitales, atrayendo una nueva ola de consumidores y formalizando las economías. En América Latina, Perú acaba de lanzar una red de aceptación basada en códigos QR que está permitiendo a los bancos alcanzar una gran cantidad de comercios con métodos seguros de aceptación, haciendo innecesarias la instalación de hardware y la conectividad.
Dado que el 65% de los propietarios de teléfonos de América Latina tienen un dispositivo inteligente, cambiar la mentalidad de hardware a software hará que la aceptación sea más accesible desde cualquier teléfono inteligente. La tecnología de «Scan & Go» permite a los consumidores comprar y pagar artículos en sus teléfonos inteligentes colocándolos en sus carritos de compras, eliminando colas y terminales en las tiendas. Dos grandes tiendas en América Latina están haciendo una prueba piloto de este método de aceptación, en Ciudad de México y en Santiago de Chile.
El software reducirá el costo de los métodos de aceptación, allanará el camino a la participación universal en el comercio digital y llevará a miles de millones de comercios y propietarios de negocios subatendidos a tener acceso a la economía digital.
La seguridad es prioritaria: redes de pago inquebrantables y a prueba de hackers
En un entorno en el que los consumidores tendrán credenciales aprovisionadas en muchos dispositivos y proveedores en línea, la seguridad seguirá siendo un diferenciador para cualquier red que participe en pagos y comercio. La cuestión es tener credenciales seguras… en todos los lugares. Aquí nuevamente toda la industria pasará a crear la tecnología correcta para proteger a los consumidores y a sus activos. Hoy en día, la tokenización está «desvalorizando» las credenciales y creando los controles debidos de modo que los estafadores estén menos motivados a robar estos 16 dígitos.
El objetivo final aquí es crear las condiciones adecuadas de modo que no tenga ningún valor robar credenciales de pago que son solamente válidas en un comercio definido, en un dispositivo específico y solo para casos de uso particulares. Las empresas Fintech, los bancos, las redes y otras empresas de tecnología continuarán invirtiendo en capacidades que hagan uso de la biometría y de autenticaciones fuertes para proteger las credenciales del consumidor.
Comercio seguro de máquina a máquina
La combinación de inteligencia artificial, telefonía 5G y tokenización permitirá la emergencia de más actividad comercial con menos intervención humana. Los hogares conectados, las oficinas conectadas, los vehículos autónomos y los servicios asistidos por robots están rápidamente tomando un rol importante en el comercio. En América Latina y el Caribe el comercio electrónico está creciendo más rápidamente que las transacciones cara a cara. Pero el comercio electrónico automatizado (es decir, las compras recurrentes) está creciendo siete veces más rápido que las compras por única vez. Este crecimiento resalta la importancia de las credenciales en archivo (COF, por las siglas en inglés) y del Comercio Seguro Remoto en la evolución de los pagos.
Los pagos impulsados por el Internet de las Cosas (IoT, por las siglas en inglés) y los Pagos Automatizados eliminarán la necesidad de la interacción humana, pero requerirán la existencia de redes robustas de pago en las que la seguridad sea la prioridad. Las experiencias de comercio máquina a máquina ocurrirán sin inconvenientes a través de una red de socios de confianza que intercambia credenciales en redes seguras, dinamizando el comercio y forjando economías más ricas.
Estas cuatro megatendencias continuarán dando forma a la industria de pagos y a las jugadas de la competencia: no hay un solo actor que tenga toda la tecnología para resolver la demanda de comercio digital en el futuro, lo que lo hará posible son las plataformas tecnológicas y la colaboración abierta.