Por Mario Miranda, CEO y fundador de Ecomsur
La pandemia generó que las empresas de comercio online cambien sus procesos de funcionamiento, orillándolas a encontrar soluciones eficientes para continuar operando mientras hacían frente a diversos desafíos: una alza de demanda, retrasos en los despachos por la alta demanda, falta de stock de mercadería y una economía volátil a nivel mundial fueron algunos retos ante los cuales tuvieron que implementar estrategias innovadoras de Ecommerce para seguir en el mercado, sin dejar de lado el crecimiento del negocio.
Según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE), antes de la crisis sanitaria, solo seis millones de peruanos compraban de manera online, y al cierre de 2021, esta cifra aumentó a 13,9 millones, es decir, el número de usuarios que compra por Internet, creció un 131%.
Si bien es cierto que para aquellas compañías que ya venían interactuando vía online, les fue un poco más fácil sobrellevar esta situación, las tradicionalmente offline tuvieron que evolucionar de manera más rápida; sacando a relucir así, su capacidad de enfrentarse, adaptarse y transformarse ante una situación que podría significar una gran oportunidad para modernizarse.
El proceso de transformación digital que estamos viviendo ha demostrado que el canal de venta online continúa atrayendo a una gran cantidad de consumidores por sus diversos beneficios, ya que permite a los usuarios buscar productos sin necesidad de moverse del lugar donde se encuentren, comparar precios en diferentes tiendas y marketplaces, elegir la modalidad de pago que más se ajuste a sus necesidades (tarjeta de débito, crédito, billetera digital, buy now, pay later, entre otros), escoger el tipo de entrega como el retiro en tienda física, envíos programados a casa u oficina, etc.
En esta etapa de normalización del mundo offline tras la pandemia, la omnicanalidad está cobrando cada vez más relevancia, permitiendo la unificación de los canales con la finalidad de atender de la misma forma al consumidor y entenderlo como uno solo, independientemente del canal que elija para realizar sus compras: página web, tienda física, redes sociales, entre otros; a través de la personalización, incrementando su lealtad y probabilidades de fidelización. Así, el Fullcommerce se ha convertido en una herramienta muy valiosa para las marcas que están buscando estos objetivos, ya que, permite implementar la omnicanalidad de forma más eficiente, a menor costo y mayor rentabilidad.
Frente a un consumidor que ha cambiado sus hábitos, estilo de vida y valores, y que busca constantemente la mejor alternativa que se adecue a sus exigencias, el comercio electrónico es cada vez más consciente de que las empresas deben de contar con soluciones integrales, que les permitan alcanzar los objetivos trazados con rapidez y eficacia; para así estar preparados frente a cualquier situación, satisfacer las nuevas necesidades de los clientes, y continuar siendo resilientes.