Ante los anuncios por redes sociales y medios de comunicación sobre probables movilizaciones violentas en diversas ciudades, sobre todo en el sur del país, para el próximo 4 de enero convocado por diversas organizaciones que no han descartado su cercanía con elementos de comprobada filiación terrorista enquistados en el Movadef y en otras organizaciones senderistas, la Comisión de Seguridad Ciudadana y Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima señala lo siguiente:
- El derecho a la protesta pacífica es un derecho humano que se configura a partir de otros derechos expresamente reconocidos por la Constitución y debe ser respetado por los gobiernos democráticos.
- Como todo derecho tiene un límite y este se encuentra cuando se violan los derechos de otros ciudadanos. Las protestas dejan de ser pacíficas cuando se violenta el derecho a la vida, salud, trabajo, libre tránsito y propiedad.
- Exhortamos a la población en general, a no dejarse llevar por los afanes desestabilizadores de radicales, cuyo propósito principal sería crear caos, muerte y crisis.
- Rechazamos las tentativas políticas violentistas que buscan instaurar una «República de Nueva Democracia “, que podrían ser utilizadas por cabecillas de Sendero Luminoso para capturar el poder por la fuerza.
- Por ello, rechazamos enérgicamente todo tipo de acciones que intenten afectar el orden interno, orden público y la seguridad de nuestra Patria, más aún en las actuales circunstancias, donde existe la declaratoria de Estado de Emergencia.
- Apoyamos y alentamos a nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú, en su sagrada misión de defender el Estado de Derecho, la Constitución y la democracia, amenazada por quienes buscan crear caos y violencia precisamente en momentos en que el actual Gobierno se encuentra avocado en restablecer progresivamente el estado de derecho y la paz social.
- Nos solidarizamos con los familiares de los 28 compatriotas que perdieron la vida, los 290 efectivos policiales heridos en las últimas protestas y los empresarios del Perú, en particular con la pequeña y microempresa, que vienen realizando denodados esfuerzos para sobreponerse a la crisis económica generada por el bloqueo de carreteras y aeropuertos, así como por los actos de violencia contra entidades públicas y privadas, que vienen ocasionando serios desequilibrios en sus economías por la escasez de productos y por la inestabilidad social.