Por: Alberto Redondo, Director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM
- Qué beneficio trae para las PYMES y Mypes el utilizar el sistema de facturas electrónicas?
La factura electrónica simplifica y automatiza la gestión de las empresas, de cualquier tamaño y actividad. Cuando le preguntamos a una empresa, que ya la utiliza, si volvería al papel, la práctica totalidad dice que no. Siempre que se produce un cambio se genera un trauma y en este caso el trauma en mínimo. Basta con adaptarse al nuevo procedimiento. Una vez conocido, todo va más deprisa y mejor. La digitalización está llena de ejemplos ¿quién escribe hoy una carta?
Más allá de este ligero trauma, la factura electrónica aporta múltiples beneficios a las pymes y micropymes. El primero es que ahorra tiempo y dinero y reduce la necesidad de personal. Dígame a que empresa no le gusta escuchar estos beneficios. El segundo es que mejora la gestión y automatiza los procesos, mejorando la rentabilidad, competitividad y productividad de la empresa. Además, mejora la gestión de los pagos y de los cobros, porque las facturas ya no se pierden y queda constancia cuando las recibe el cliente -no repudio- y si hay algún error subsanable, se corrige antes. El ultimo de los beneficios es la posibilidad de acceder a nuevas fórmulas de financiación, como el factoring.
- ¿Qué países con un perfil de informalidad como el peruano hacen uso del mecanismo de las facturas electrónicas?
México es el mejor ejemplo. Allí su uso es obligatorio desde hace años en cualquier actividad, incluso en las relaciones entre empresa y consumidor final. Es decir, cada vez que tomamos un café o un refresco en un bar recibimos una factura electrónica. En Perú, como en otros países, la factura electrónica será obligatoria en no mucho tiempo, igual que lo será en Europa, y cuanto antes se adapten las empresas mejor para ellas.
A parte de México, existen otros muchos países de la región que han visto en la obligatoriedad de la factura electrónica el mejor aliado hacia la transformación digital y la lucha en la evasión de impuesto. Entre ellos podemos citar: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guadalupe, Guatemala, Guayana Francesa, Honduras, Martinica, México, Perú y Uruguay.
Por otra parte, También se da el caso de empresas que empiezan a utilizar la factura electrónica por su propia cuenta y, a su vez, van atrayendo a sus proveedores, de cualquier tamaño, a utilizarla también, como ha ocurrido en otros países. La factura electrónica aporta transparencia y control al mercado y lo normal es que eta transparencia llegue a la informalidad. Algunos ejemplos de países Latinoamericanos en los que este fenómeno ocurre son: Paraguay, El Salvador, República Dominicana o Venezuela.
- ¿Cómo puede hacerse atractivo para un empresario Pyme que trabaja en la informalidad comenzar a usar este mecanismo de las facturas electrónicas (lo que se traduce en llevarlo a la formalidad)?
Al margen de sus ventajas, cualquier empresario y empresa, de cualquier tamaño, debe saber que en un plazo muy corto estará obligado a utilizar la factura electrónica. Lo mejor es empezar cuanto antes para beneficiarse de su valor añadido. Nuestra experiencia nos dice que las empresas que empiezan a utilizar la factura electrónica se hacen mejores, más modernas, más eficientes y competitivas.
- ¿Hoy se usa el factoring en muchos países y también en el Perú, qué posibilidades se tiene de vender las facturas electrónicas en el mercado peruano?
Las posibilidades son todas. La aceptación de una factura electrónica por parte del cliente ofrece una garantía de cobro que no tienen las facturas en papel, y esta garantía se puede negociar con las entidades bancarias como una herramienta de financiación más económica que un préstamo. Además, es mucho más flexible y rápida, lo que dota al empresario de una capacidad de maniobra que antes no tenía.
- ¿Cuál es el nivel de penetración de las facturas electrónicas en el mercado peruano?
En nivel de penetración de la factura electrónica en Perú sigue en crecimiento contante. Cada vez son más los comprobantes de pago que se emiten electrónicamente y los emisores electrónicos autorizados para expedir comprobantes electrónicos. De hecho, actualmente ya se han emitido en Perú más de 2977 millones de comprobantes electrónicos, y el número de emisores autorizados por la SUNAT asciende a los más de 436 mil contribuyentes.
Estos datos demuestran el buen ritmo de Perú a la hora de masificar el uso de la factura electrónica. Pero esto no acaba aquí, sino que 2019 se presenta como un año clave en esta evolución y expansión de los comprobantes electrónicos de pago en Perú.
A partir del próximo 1 de marzo de 2019, los grandes contribuyentes o agentes de retención o de percepción del Impuesto General a las Ventas (IGV) estarán obligados a facturar electrónicamente a través de un Operador de Servicios Electrónicos (OSE). Igualmente ocurrirá con los contribuyentes que, a partir del 1 de enero de 2019, concurran las calidades de emisor electrónico y de principal contribuyente o agente de retención o de percepción del IGV; que deberán contar también con un OSE a partir del primer día del calendario del cuarto mes siguiente a aquel en que cumplan con estas condiciones.
Asimismo, la SUNAT no sólo ha planificado obligaciones para el 2019, sino que ya ha seleccionado a aquellos contribuyentes que a partir del 1 de enero de 2020 deberán de usar la factura electrónica en algunas de sus actividades. Entre estos obligados se encuentran los martilleros públicos y todas las entidades que rematen o subasten bienes por cuenta de terceros; las empresas que desempeñan el rol adquirente en los sistemas de pago mediante tarjetas de crédito y/o débito emitidas por bancos e instituciones financieras o crediticias, domiciliados o no en el país; los operadores de las sociedades irregulares, consorcios, joint ventures u otras formas de contratos de colaboración empresarial, que no lleven contabilidad independiente y que se dediquen a actividades de exploración y explotación de hidrocarburos; las empresas concesionarias que prestan el servicio público de distribución de gas natural por red de ductos, a que se refiere el Reglamento de Distribución de Gas Natural por Red de Ductos; y las empresas que desempeñan el rol adquiriente en los sistemas de pago mediante tarjetas de crédito emitidas por ellas mismas.