- El estudio destaca que entienden que es una forma de protegerlos y hacer que se comporten de forma más responsable en relación con el juego.
Playtech, en asociación con la plataforma de investigación Toluna, ha desarrollado una nueva edición de su informe sobre el Juego Responsable en América Latina para evaluar el panorama actual del juego online. La encuesta a consumidores se realizó online y entrevistó a 2500 personas en cinco países – Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú – con el objetivo de comprender mejor las preferencias y comportamientos de los jugadores online, así como el impacto de las medidas de juego responsable para protegerlos.
Los mensajes de protección al jugador son herramientas desarrolladas por empresas tecnológicas como Playtech, que las empresas de apuestas pueden utilizar para proteger a los jugadores que puedan incurrir en comportamientos de riesgo. Como la industria del juego en la mayor parte de América Latina aún no está regulada, muchos jugadores pueden verse expuestos al juego sin una «red de seguridad», con el riesgo de desarrollar algún tipo de adicción o compulsión. De este modo, los mensajes de seguridad alertan a los jugadores de su comportamiento de riesgo y les proporcionan un medio para buscar la ayuda necesaria.
Playtech dispone de una tecnología llamada BetBuddy que, mediante Inteligencia Artificial, puede monitorear de forma anónima a los jugadores en tiempo real, utilizando algoritmos que evalúan, por ejemplo, su gasto, tiempo de juego y más de 50 variables más. Con estos datos anónimos, la tecnología es capaz de identificar patrones de comportamiento de riesgo y enviar mensajes de protección personalizados a los jugadores animándoles a reducir el riesgo (por ejemplo, el gasto) o a buscar ayuda.
Según la investigación realizada por Playtech, el 63% de los peruanos admite que nunca recibió advertencias sobre cuánto estaba jugando. Entre los encuestados, el 36% dice haber cambiado su comportamiento cuando recibió el mensaje de advertencia, tomando un descanso de las apuestas. El 26% dice no haber cambiado su comportamiento, el 15% no está seguro, pero cree que recibir la advertencia ha tenido algún efecto; el 9% dejó de jugar inmediatamente y en el 1% de los casos las advertencias hicieron que los jugadores apostaran más.
A la pregunta de cómo se sienten al recibir estos mensajes mientras juegan, el 69% de los peruanos está a favor de recibir mensajes de seguridad cuando apuestan online. El 34% de los peruanos respeta el método, ya que sabe que funciona en su beneficio y al 35% le gusta y se siente seguro con los mensajes. Por otro lado, el 18% quiere saber más sobre su propio comportamiento de juego, el 9% revela que se siente irritado, pero no ve los mensajes como algo que afecte la experiencia de juego y al 4%, además de no gustarle recibirlos, le gustaría deshacerse de ellos.
En cuanto a las preferencias sobre cómo recibir estos mensajes de protección mientras se apuesta, el 45% de los peruanos opta por mensajes pop-up en la página o app, el 42% por correos electrónicos, el 27% prefiere WhatsApp o mensajes de texto, mientras que la mensajería vía chat es la mejor opción para el 23% de los encuestados. El 11% prefiere que se congele la pantalla del juego, al 3% le gustaría recibir llamadas telefónicas y al 4% no le gustaría recibirlos en absoluto.
Entretenimiento seguro
Médicos y otros estudiosos del comportamiento humano estiman que alrededor del 5% de los jugadores pueden desarrollar algún tipo de adicción o compulsión relacionada con el juego a nivel mundial. Según Francesco Rodano, Chief Policy Officer de Playtech, el objetivo de la compañía es trabajar con las autoridades peruanas para promover un entretenimiento seguro y responsable a largo plazo, a través de los sitios de apuestas.
«Nuestra responsabilidad es esencialmente doble. Por un lado, queremos desarrollar soluciones de juego más seguras que realmente funcionen, respaldadas por evidencias y ampliamente probadas, centradas en el bienestar del jugador individual y no genéricamente en toda la base de jugadores, ya que todos somos diferentes. Por otro lado, necesitamos educar tanto a los legisladores como a los colegas de la industria sobre el potencial de este enfoque», explica.