Industria textil: la evaluación de conformidad como estrategia de innovación

  • La evaluación de conformidad permitirá asegurar que los productos textiles cumplan con los requisitos de calidad de los clientes.

SENATI, institución líder en formación profesional tecnológica superior, participó en la Semana de la Ingeniería Química, con motivo del Día Internacional del Ingeniero Químico, que se celebra cada 22 de enero. El evento fue organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú y una de las invitadas fue Ilse Rivas, gerente del Centro Tecnológico de Textiles y Confecciones de SENATI.

En su presentación expuso sobre el tema “Evaluación de conformidad textil como estrategia en la gestión de la innovación”, destacando la importancia en la evaluación de productos textiles, tendencias y diversas aplicaciones de la innovación en este rubro. Como parte de su ponencia, comentó sobre los nuevos requerimientos de los consumidores, quienes, a raíz de la pandemia, están dispuestos a pagar más por un producto sostenible.

En ese sentido, destacó la relevancia de darle prioridad al diseño de cada producto textil, ya que son los consumidores los que le dan importancia a las características de cada uno de ellos. Además, explicó que también será relevante la durabilidad emocional y física, versatilidad, rendimiento, frescura y limpieza, seguridad y que no se trate de productos que puedan afectar a la salud.

“Para lograr el desarrollo de estas características, es necesario realizar evaluaciones de conformidad en laboratorios de ensayo que puedan ser acreditados bajo la norma NTP ISO/IEC 17025. A partir de este criterio de gestión y técnico se deberá preparar al recurso humano que realiza los ensayos para lograr la trazabilidad de la información con el mantenimiento y la correcta calibración de los equipos, siempre bajo las normas actualizadas, dando la garantía al consumidor de que se trata de un producto sostenible y seguro”, mencionó la experta.

Por otro lado, detalló lo que implica un ensayo de evaluación de conformidad: medición y solidez del color, resistencia del tejido, que analiza la durabilidad, tensión, enganche o desgarre que podría producirse con el uso; la estabilidad dimensional, para conocer si la prenda se encogerá o crecerá en el lavado y diferentes ensayos para determinar los cuidados del producto. En esa línea, también comentó sobre la etiqueta técnica, que incluye las instrucciones de cuidado, composición de la prenda y las advertencias considerando las normativas de cumplimiento.

Frente a este completo proceso, Rivas explica que la innovación en la industria textil permite agregar componentes o acabados que brinden una aplicación especial a la prenda. Incluso es posible modificar propiedades con la incorporación de dispositivos electrónicos o materiales inteligentes como nanotecnología, microelectrónica y biotecnológica, que también deberán ser evaluados en el proceso de conformidad antes de llegar al usuario final, asegurando que el producto cumpla con las normas y cuente con las características correctas de uso.

“Existen textiles inteligentes como los anti-paparazzi, compuestos por nanopartículas reflectivas, haciendo que la luz genere un rebote, anulando la aparición de una persona al tomarle una foto; prendas que analizan el sudor, compuestas de nanofibras que detectan el cloruro de sodio de la sudoración; o prendas para enfermos y deportistas, capaces de registrar y medir el ritmo cardiaco, respiración y temperatura”, ejemplificó.

Finalmente, Rivas recalcó la importancia de este proceso de cara al consumidor, y destacó que este servicio de laboratorio le permitirá a cada empresa acceder a nuevos mercados y brindar confianza a sus clientes, gracias a informes emitidos por un organismo imparcial y reconocido como el Centro Tecnológico de Textiles y Confecciones de SENATI, que además incrementará el valor agregado y asegurará que los proveedores entreguen productos que cumplan con los requisitos de calidad y las especificaciones técnicas solicitadas.