El Perú es el quinto país de la región americana que se preocupa por la educación inclusiva y de calidad. Ello según un reporte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ‘Comprometidos con la educación’, programa de educación digital de Fundación Telefónica Movistar y Fundación” la Caixa”; el cual recoge las experiencias más innovadoras para la mejora de la calidad educativa de la región.
En los resultados que muestra el Mapeo de Buenas Prácticas en Educación Digital de las Américas, que reconoce experiencias impulsadas por escuelas, docentes y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en la región, se incluye al Perú con destacada notoriedad.
Todas estas experiencias se basan en la tecnología y en metodologías pedagógicas innovadoras como palancas para la transformación educativa en diversos contextos, con foco en los entornos y colectivos vulnerables y desde una perspectiva de género.
La convocatoria recibió 165 postulaciones de 17 países, de las cuales se han seleccionado 118 prácticas que pueden ser conocidas a través de un mapa interactivo en inglés y en español alojado en el Portal Educativo de la OEA. Además, el comité evaluador ha destacado a las 30 mejores prácticas que puede consultarse en el informe “Educación Digital en las Américas: Buenas Prácticas para Inspirar”.
Perú es el quinto país que ha resultado en el ranking de representación en el mapa (9%), liderando la lista Colombia (30 %), seguido de México (22 %), Ecuador (21 %), y Argentina (13 %). Las buenas prácticas también se han encontrado en Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
El proyecto, desarrollado en el marco de la Alianza de la OEA con Comprometidos con la educación, busca visibilizar prácticas que contribuyan a la mejora de la calidad educativa de América Latina y el Caribe abordando los principales desafíos educativos pospandemia.
Se han valorado, entre otros criterios, el enfoque basado en derechos humanos y equidad, el nivel de innovación, la capacidad de ser sostenible en el tiempo y replicable en otros contextos, así como la integración de tecnologías que favorecen la implicación del estudiantado con la escuela, la recuperación de aprendizajes o el desarrollo de competencias.
“Este mapeo supone un primer paso necesario para registrar prácticas pedagógicas innovadoras y escalables que hagan posible un movimiento de mejora continua, global y local para la transformación imprescindible de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la región a través del empoderamiento de docentes, directores de escuela y familias”, señala Javier González Casado, portavoz de Comprometidos con la educación y miembro del comité evaluador de las prácticas, en el que también ha participado la Red Interamericana de Educación Docente (RIED) y referentes independientes en el ámbito de la innovación educativa.
«Este mapa, además, representa un reconocimiento a los esfuerzos diarios de múltiples profesores y educadores, para crear soluciones que promuevan el derecho a la educación y el uso adecuado de las tecnologías digitales en el ámbito pedagógico», agrega Mónica Hernández, directora de la Fundación Telefónica Movistar.
Del mapeo se destacan 30 buenas prácticas que se enfocan en 5 grandes propósitos: fomento de capacidades y habilidades STEM; fomento de la lectura y de la comprensión lectora; apropiación e identidad cultural; fomento de habilidades del aprender a aprender (AaA); y disminución de barreras de aprendizaje en estudiantes con discapacidad.
Entre ellas se encuentran propuestas creativas e innovadoras que no solo están diseñadas para beneficiar a niños, niñas y jóvenes, sino que tienen también un impacto positivo en sus familias y en la comunidad.
Entre los aprendizajes resultantes del trabajo de las buenas prácticas en los centros educativos, destacan el fortalecimiento de los vínculos, la importancia de entender al estudiante como protagonista de su proceso de aprendizaje, el valor de las TIC como aliadas de un aprendizaje transformador, la creación de nuevas formas de aprendizaje gracias a la integración de metodologías pedagógicas innovadoras y la importancia de los datos y la evaluación para la toma de decisiones basada en evidencias.