- El Perú cuenta con la experiencia y capacidad instalada para volver a ser un referente de Investigación Clínica en la región y en el mundo.
- De acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud, en el año 2009 se autorizaron 134 ensayos clínicos, sin embargo, para el 2022, sólo se aprobaron 35.
- Existe un mínimo 1,500 puestos de trabajo involucrados directamente en esta actividad que peligran.
- En los últimos 12 años la actividad de investigación clínica creció más de 66% a nivel global%, en Latino América aumento en un 25%, sin embargo, en el Perú disminuyó en casi un 60%.
Los ensayos clínicos, son las herramientas que permiten el descubrimiento de nuevas alternativas de tratamientos, vacunas y estrategias para poder tratar una enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas. Estos, son realizados en hospitales o clínicas autorizadas por profesionales de la salud entrenados en Buenas Prácticas Clínicas (BPC), monitoreados por patrocinadores, comités institucionales de ética en investigación y la agencia reguladora nacional. Estos últimos tienen como objetivo, velar por el cumplimiento de los más altos estándares normativos.
De acuerdo con la información del Instituto Nacional de Salud, el número de ensayos clínicos conducidos en el país han sufrido una caída dramática en los últimos 14 años. Se sabe que, en el 2009, en el Perú se autorizaron 134 ensayos clínicos, mientras que para el pasado 2022, solo fueron aprobados 35, es decir una reducción del 74%. Esta problemática está afectando no solo a los pacientes, si no, que involucra directamente cerca de 1,500 puestos de trabajo y otros de manera indirecta.
En ese contexto, Ángela Flores, directora ejecutiva de ALAFARPE comenta: “Existe una importante oportunidad en cuanto a la generación de evidencia clínica en el Perú. Es fundamental trabajar todos en conjunto para tener procesos más ágiles que permitan que el país vuelva a ser competitivo en la materia. Esta actividad beneficia a los pacientes peruanos, especialmente a quienes conviven con enfermedades raras o huérfanas, ya que puede representar una de las pocas opciones de tratamiento.”
Es importante indicar que en la actualidad existen más de 4,200 pacientes con diferentes patologías, principalmente oncológicas, que ven en riesgo la continuidad de su participación en ensayos clínicos. Así mismo, hay cerca de 1,500 puestos de trabajo involucrados directamente en la actividad de ensayos clínicos y otros de manera indirecta.
Seguir realizando este tipo de investigaciones trae consigo el intercambio de conocimiento y transferencia de tecnología que permite la actualización continua de los profesionales de la salud que desarrollan esta actividad Pero adicionalmente, también es una actividad económica que puede contribuir al incremento de la inversión extranjera en el Perú. En este sentido, “El país podría llegar a percibir más de US$ 50 millones anuales de inversión en investigación (inversión extranjera directa), si se realizara el número de ensayos que podemos conducir con los recursos actuales.” Indicó Flores.
Los ensayos clínicos son fundamentales para enfrentar situaciones críticas de salud pública, como las pandemias, como lo pudimos ver con la Covid-19- Gracias a la colaboración sin precedentes entre la industria farmacéutica, los investigadores y los estados, se logró crear múltiples alternativas de vacunas, diagnósticos y tratamientos para hacer frente a la pandemia y salvar millones de vidas en todo el mundo. Los avances científicos y tecnología desarrollada son de vital importancia para hacer frente a retos de salud pública ahora y en el futuro. Es por esto que urge acciones de parte de las autoridades nacionales que promuevan políticas y normas que faciliten el desarrollo de la investigación clínica en el país que le permita volver a ser referente de esta actividad en la región y en el mundo.