Alberto Haito Director de Arellano Consultoría
Es un hecho conocido que las empresas tienen dificultades cuando necesitan desarrollar un proyecto que se sale de su statu quo. Puede ser un proyecto innovador o puede que no lo sea pero que se aleje de lo que la empresa hace, siendo un resultado común que el proyecto no avanza o que lo hace con retraso y en forma deficiente.
¿Por qué ocurre esto?. Básicamente porque la mayoría de trabajadores sienten que son parte de un engranaje y que su función es propia de ese engranaje y no otra. Siendo así, les cuesta asimilar lo que se sale de su rutina y en todo caso sienten que no es su responsabilidad.
Ante el hecho mencionado surge la figura del intrapreneur, pero antes de hablar de él vamos a referirnos al entrepreneur, es decir al emprendedor, aquella persona independiente que tiene en mente un proyecto y lo arriesga todo para sacarlo adelante. El mercado nos muestra historias de éxito de entrepreneurs que lucharon contra viento y marea porque tenían una voluntad férrea de sacar adelante su emprendimiento.
En contraposición el intrapreneur es el emprendedor pero que no es independiente y más bien trabaja en una empresa. Y no es independiente porque probablemente se siente cómodo cobijado en una empresa o porque no tiene los recursos para hacer un emprendimiento propio, siendo muy posible que cuando los tenga abandone la empresa y vaya tras su sueño.
Pues bien, en una organización la mejor forma de desarrollar estos proyectos que se salen del statu quo, es dándole el encargo al mencionado intrapreneur, esta persona inquieta, innovadora y flexible que tiene la resistencia a la frustración suficientes como para no cejar en su empeño en sacar adelante lo que se propone.
Sin embargo, delegar esa responsabilidad al intrapreneur no basta, ya que si se mantiene en su posición actual los “engranajes” de la máquina que significan la estructura organizacional no lo van a dejar avanzar. Siendo así, es importante empoderarlo, sacándolo de su puesto habitual, y haciendo que reporte al nivel más alto posible. Si la realidad de la empresa no lo permite, entonces se le puede mantener en el puesto, pero igualmente reportando al más alto nivel en lo referido al proyecto a su cargo.