Con tan solo 19 años, Kimberly Callocsa se ha convertido en la mujer más joven en desarrollar labores en la unidad minera San Cristóbal, operada por Minera Bateas, a más de 4 mil msnm, en Caylloma, Arequipa. Comenzó su carrera en minería como parte del programa “Becas Bateas” y hoy se desempeña como operadora en Planta Concentradora. Es la primera becaria de este programa en ser integrada a la planilla de Bateas.
Kimberly vivió toda su vida en un pequeño pueblo en el centro poblado de Jachaña, en Caylloma. Tiene 2 hermanos uno mayor, que estudia en la universidad y una menor que acaba de terminar la primaria. Su papá es ganadero de alpacas, y su mamá falleció luego de 3 años de una dura enfermedad en el 2022.
Aunque en un principio pensó en estudiar enfermería, en una universidad de Arequipa, la oportunidad de ingresar al campo de la minería se le presentó al terminar el colegio, cuando se difundió la primera convocatoria a las “Becas Bateas”, un programa de Minera Bateas. Las becas se les ofrecían a los 5 primero puestos de cada promoción y cubrían todos sus gastos de estudios, así como su alimentación, hospedaje, traslado, libros y las prácticas preprofesionales en la mina.
Kimberly, tomó la oportunidad sin pensarlo y decidió estudiar Procesos Metalúrgicos y Químicos en CETEMIN. “La primera vez que llegué a la mina, yo estaba tan feliz que me quería quedar el mes entero”, recuerda. “No quería bajar, me adapté super rápido porque era feliz con lo que estaba aprendiendo, yo le decía que sí a todo.”
“El mayor reto, sin duda, fue ir a Lima, estar lejos de mi familia, en un lugar que para mí era desconocido. Pero mi papá siempre me dijo que lo único que me podía dejar en la vida es la educación. Y por eso me quedé allá para terminar los estudios y ahora hago todo lo mejor para que él esté orgulloso con mis logros”, comenta.
Luego de un año de prácticas y gracias a su excelente desempeño, Bateas decidió contratarla a tiempo completo. Para ella la clave es trabajar siempre con una buena actitud y empujándose a lograr todo lo que se propone.
En el Día de la Mujer en la Minería, que se conmemora cada 23 de junio, destaca que ella es testigo de cómo las brechas entre las mujeres y los hombres en la minería se están reduciendo. “Lo importante es empoderarse y decir ´yo puedo´ y aprender un poco de todo. Mis compañeros siempre me han apoyado, es un trabajo en equipo”, resalta.
En el futuro Kimberly espera estudiar en la universidad la carrera de Seguridad Industrial y Minera y seguir educándose para continuar creciendo y desarrollándose en el rubro que tanto la apasiona.