Por Nicolás Cánovas, director general de AMD para Sudamérica.
Conforme hemos ido evolucionando y las grandes ciudades han ido creciendo, se ha generado una gran demanda de energía con acciones cotidianas que se dan en el consumo de viviendas, negocios o cualquier tipo de edificación, que son necesarias para nuestro desarrollo económico y social. Sin embargo, existe una serie de desafíos en donde desde la industria tecnológica se puede liderar de manera responsable los grandes cambios que busca mejorar los estándares en eficiencia energética de manera sostenible.
El sector tecnológico es uno de los principales consumidores de energía a nivel mundial, lo que supone un reto importante para reducir su impacto medioambiental y mejorar su eficiencia energética. Además, el consumo energético representa costos muy importantes en los procesos productivos. ¿Desde la industria de la tecnología e innovación podemos contribuir a disminuir el consumo energético? Afortunadamente, existen medidas que pueden adoptarse para ayudar al ahorro de la energía y contribuir a un futuro más sostenible.
AMD, anunció en su publicación de su 26º Informe Anual de Responsabilidad Corporativa, sobre las nuevas metas para el periodo 2025 al 2030, el mismo que está compuesta en cuatro áreas con un enfoque estratégico en materia ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG), que guían el propósito de la compañía para lograr el cómputo de alto rendimiento: impacto digital, administración ambiental, responsabilidad de la cadena de suministro y diversidad, pertenencia e inclusión.
En lo que respecta a la gestión medioambiental, para AMD el objetivo es claro: minimizar los impactos ambientales a través de la creación de productos y la cadena de suministro, desarrollar soluciones colaborativas para abordar los desafíos ambientales y potenciar la sostenibilidad de los usuarios finales que implementan nuestros productos.
En la compañía nos centramos directamente en la eficiencia del producto; para el 2025, AMD pretende proporcionar un aumento 30 veces mayor en la eficiencia energética en los centros de datos de entrenamiento de IA y HPC mediante procesadores y aceleradores AMD. Eso es una reducción del 97% en el uso de energía entre el 2020 y 2025. Si bien es cierto es un objetivo ambicioso que representa más de 2,5 veces la aceleración de las tendencias de la industria del 2015 al 2020, según la medición del consumo de energía mundial de estos segmentos de computación.
Desde mi posición como director general AMD en Sudamérica, nuestra principal inspiración es el gran potencial de soluciones de cómputo de alto rendimiento que tenemos para ayudar a resolver los desafíos globales de hoy y del futuro, reconociendo que no solo nos importa lo que pueda hacer nuestra tecnología, sino también es clave que la desarrollemos y entreguemos de manera responsable. Desde AMD estamos trabajando arduamente en este camino para alcanzar este objetivo y hacerlo realidad.