La informalidad laboral superó el 75% en el Perú

El poder tener un empleo digno se ha convertido en una odisea para millones de personas en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica. Y es que si bien son muchos los gobiernos que buscan disminuir la informalidad en sus países, la tarea se hace cada vez más cuesta arriba y hoy son millones de peruanos y peruanas quienes no pueden cubrir sus necesidades básicas y muchas veces terminan endeudándose, pidiendo préstamos  a entidades bancarias y a familiares para poder subsistir.

De acuerdo a un análisis del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima, siguiendo las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la Población Económicamente Activa (PEA) en el Perú ascendió, en el 2022, a 18,6 millones de personas, es decir, creció en 562.400 personas, 1.540 al día un promedio.

De este total, 14,8 millones se encuentran en áreas urbanas y 3,8 millones en zonas rurales. Asimismo, según el reporte, se puede ver como desde el 2014 hay caída sostenida de la PEA rural, con excepción del 2021, una situación que se observa en un mayor desplazamiento de la población rural a zonas urbanas con el fin de conseguir mejores oportunidades de trabajo.

Si bien por un lado es beneficioso el aumento de la PEA, el problema radica en que, en la actualidad, la creación de empleos no son los suficientes para absorber dicho incremento y, por ende, los individuos terminan en ocupando un empleo informal.

En este contexto, el INEI señaló que la población ocupada a nivel nacional –que está integrada por empleos tanto formales como informales– alcanzó 17 millones 756 mil 400 personas el año pasado, lo que corresponde a un 95,7% de la PEA y un crecimiento de 3,7% si se compara con el 2021.

En cuanto al porcentaje por sexo, el empleo creció 3,5% en hombres, mientras que en las mujeres fue un 4,1%. Por su parte, en el área urbana, el aumento fue del 6 % y en la Costa, por ejemplo, el empleo creció 7,5%; en tanto, en la Costa Centro, donde se encuentra Lima Metropolitana, fue de 8,6%.  Sin embargo, en las zonas rurales fue todo lo contrario, pues los trabajos cayeron -4,2%, siendo en la Sierra de -0,6% y Selva -0,4%. Asimismo, en el último trimestre del 2022, el descenso en la Costa Sur llegó al -1,5% y en la Sierra Norte a -12,2%.

Lamentablemente, de los más de 17 millones de personas empleadas, la tasa informal alcanzó el 75.7% a nivel nacional, siendo los sitios con mayor representatividad la Selva con el 81,4%, Sierra Centro con -77,8% y Sierra Sur con -75,9%. Entretanto, en la zona de Costa Centro se situó en 63,9%. Cabe destacar que el empleo rural en el país es, en su mayoría, informal.

Además, el informe señala que el mismo es mayor en mujeres que en hombres, ya que la tasa llegó al 74% en el sexo femenino y en varones al 67,7%. Respecto a las edades, se concentra más en población joven de 14 a 24 años (85,2%) y en los trabajadores con menor formación y capacitación, es decir, con solo nivel de educación primario (91,3%). En esa línea, este tipo de empleados se encuentran ocupados en un 88,1% en microempresas; en detalle, en sectores Agropecuarios (90%), de Pesca (87,8%), Construcción (85,4%) y, finalmente, Comercio (76,4%).

En este 2023, aunque aún no hay cifras nacionales, el Instituto Nacional de Estadística e Informática presentó el Informe Técnico de Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana, en el cual se refleja los problemas que existen en Perú en cuanto a la empleabilidad juvenil, ya que la Población Económicamente Activa (PEA) cayó, en la capital, 8.1% en los jóvenes de 14 a 24 años en el trimestre móvil: Febrero-Marzo-Abril.

Adicionalmente, se indica que, en Lima Metropolitana, hay 8 millones 394 mil personas con edad para desempeñar una actividad económica (PET). “La PET está compuesta por la Población Económicamente Activa (PEA), que representa el 66,5% (5 millones 582 mil 700 personas) y por la Población Económicamente No activa (No PEA) el 33,5% (2 millones 811 mil 300 personas)”, señala el texto del INEI.  En ese sentido, destaca que, en comparación con similar trimestre móvil del año 2022, la PEA aumentó en 1,4%, lo que equivale a 76 mil 700 personas.

Un estudio de ComexPerú, que también analizó la información del INEI, afirmó que la creación de empleos formales sigue siendo una de las principales preocupaciones en materia laboral. Ante esto, recomendó: “Es necesario priorizar políticas que promuevan el crecimiento económico y, al mismo tiempo, la generación de empleo de calidad. Para lograrlo, es fundamental tomar en cuenta la dinámica de las actividades económicas, así como promover la capacitación y formación de los trabajadores”.

Informalidad en los negocios

Este año, el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima elaboró, además, el estudio Informalidad 360°, el cual determinó que de 9.1 millones de unidades productivas de hogares existentes en el 2022 en el país, 5.5 millones se encuentran en la informalidad. Este número representa un alza de 7.9% respecto al 2021.

En específico, la organización resaltó que en 2022 el empleo informal alcanzó a los 13.4 millones de peruanos, un 75.7% del empleo total en el Perú, como ya comentamos anteriormente. Dicha cifra representa un 2.2% superior en número, pero es menor a la registrada en 2021, la cual fue de 76.8%.

No obstante, si se basan en los negocios informales- aquellos que no están registrados en la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat)- el gremio empresarial reveló que el 39% tiene una antigüedad menor a un año; el 28%, entre 1 a 5 años y sólo un 7% supera los 20 años.

A nivel de regiones, el mayor número de negocios informales se concentra en Lima con un 35.9%, lo sigue Piura con 7.2%, La Libertad con 6.1% y Lambayeque con 5.0%. En cuanto a la actividad económica que desempeñan este tipo de negocios informales, la mayoría son en las áreas Comercio (34.2%), después Transporte y almacenamiento (22.2%) y Alojamiento y restaurantes (12.6%).

Lo cierto es que la informalidad se posiciona cada vez más en el país, una situación totalmente preocupante. Es por ello que se hace urgente un acuerdo público – privado y políticas que generen más puestos de trabajos, no solo formales, sino también dignos.