140 millones fueron abandonados en cuentas de ahorros: ¿A donde va este dinero?

De acuerdo con la legislación vigente, los depósitos, títulos valores y otros bienes que permanecen inactivos en una entidad financiera durante diez años son automáticamente canalizados al Fondo de Seguro de Depósitos (FSD). Pero, ¿pueden las personas o sus familiares recuperar este dinero antes que se pierda?

El FSD sirve para dar cobertura a los clientes de una entidad financiera, en caso de que esta quiebre. El FSD se nutre principalmente de las primas pagadas por las entidades financieras, pero como ingreso adicional, también figuran las transferencias de los depósitos no reclamados por los usuarios en 10 años.

Según información del FSD, existe un patrón de crecimiento constante en las transferencias recibidas a lo largo de los años. En 2014, los recursos provenientes de fondos no usados sumaron S/ 12.3 millones, cifra que aumentó a S/ 27.4 millones en 2017, y luego escaló a S/ 89.5 millones en 2021. Aunque en 2022 los montos se estabilizaron en S/ 81.8 millones, este año se registró un nuevo repunte con transferencias por S/ 140.6 millones, casi el doble de lo reportado el año previo.

La legislación actual precisa que las entidades financieras deben publicar un aviso en el Diario Oficial El Peruano y en un medio de circulación nacional, informando sobre el tipo de activo y otorgando un plazo de diez días hábiles a los titulares o beneficiarios para realizar el retiro.

Luis Alfredo Moyo, abogado especialista en banca y docente en la Universidad Privada del Norte (UPN), propone que las entidades financieras se contacten con el titular o un familiar directo antes de que transcurran los diez años de inactividad.

Además, sugiere que, al abrir una cuenta de ahorro, se incluyan los datos de un familiar directo, como nombre, número de celular y dirección. Esto permitiría a las instituciones financieras llevar a cabo una comunicación formal antes de transferir el dinero al Fondo de Seguro de Depósitos.

Se recuerda que la SBS ofrece a los familiares de un fallecido el reporte de todas las cuentas que tenía en el sistema financiero, a través de su reporte Herederos informados.