Por María Lix | Integrated Brand Strategy Director – Central Caribbean Andean and South America
La Inteligencia Artificial se está convirtiendo en una herramienta cada vez más presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, tanto personal como social. Y, además, está afectando la forma en la que entendemos el mundo y a nosotros mismos; nos hace cuestionar qué es real y qué no lo es. Incluso en el sector publicitario, la IA se está convirtiendo en una herramienta para explotar la creatividad tanto dentro como fuera de la industria.
En el día a día, ya hay herramientas de IA a las que todos podemos acceder y usar. Parecen lejanas e imposibles de usar, pero al final, las probas y terminan ancladas en tu barra de Favoritos. Aun así, hace unos días mi madre me preguntaba, ¿para qué te sirven? Y me vi, intentando explicar en pocas palabras, el alcance de este nuevo mundo; al final, logré decirle “desde pedir ideas de hashtags para una campaña automotriz, hasta redactar guiones complejos de piezas audiovisuales en redes sociales…”. Es un lenguaje que aún está siendo difícil de entender para quien no pertenece a la industria, pero lo usamos como si ya fuésemos expertos, y nada más lejos de la realidad.
Lo que está siendo clave con la IA es que está completamente descentralizado y es de libre acceso. Y sí, claro que es atractivo, sin embargo aún nos conflictuamos al pensar en las reglas laborales y límites legales, que rápidamente entran en un gris que nos hace hasta desconfiar de nuestras propias decisiones. Todo lo que creíamos establecido se está redefiniendo, y claro que pasamos por la crisis de “seremos reemplazados por una máquina” pero ¿no pasó eso mismo con la llegada del internet, de las cámaras digitales, de los robots automatizados para trabajos técnicos? La IA, como herramienta, está explotando la creatividad de las personas, pero ¿qué pasa cuando aparecen los derechos de imagen y las limitaciones legales?
Por ejemplo, David Guetta utilizó la IA para crear un mashup sumando la voz de Eminem (creada artificialmente), abriendo el diálogo sobre cómo la IA está cambiando la industria de la música y, en última instancia, la vida; ya no necesitas ni siquiera “tener” a una celebridad para trabajar con sus atributos, podes diseñar una (y sí, nosotros también lo hicimos, por si no conocen aún a MarIA, nuestra influencer virtual).
Incluso la moda se está viendo afectada por la IA: marcas como Jacquemus han lanzado campañas que parecen reales, pero en realidad son renderizaciones virtuales muy bien ejecutadas. Y de acá partimos con otros principios ¿es esto más sostenible que hacer todo un despliegue de actividad “real”, con los gastos de producción que implica? ¿es más rápido también? Pero… ¿Es realizable lo que hacemos con IA?
De cara a los usuarios, están sumamente deslumbrados de tener acceso a estas herramientas; de hecho, este año en el Savvy Consumer: a new Mindset, reporte de tendencias de consumo de SAMY Alliance, destacamos la IA como una de las tendencias más relevantes de hoy y de los próximos años, con más de 500K menciones en redes sociales en 2022. La gente no para de hablar, usar y experimentar con la IA.
No solo cambia el modelo de consumo de contenido, llevando la vida aún más a la virtualidad, sino que también lo hace más práctico, económico y eficaz, abriendo un mundo de posibilidades nunca antes visto. La IA impacta en la creatividad, pero también en la eficiencia en costos: las herramientas de marketing impulsadas por la IA aprenden de los datos publicitarios históricos y de las tendencias del mercado para generar contenidos publicitarios optimizados de forma autónoma.
Con los avances en la IA creativa, fueron surgiendo muchos productos que permiten a los profesionales (y, realmente, a casi cualquier persona) diseñar contenidos publicitarios con términos y adaptaciones específicas, definiendo objetivos como público, tono, formato y aprovechando el procesamiento de data de la IA para optimizar estructura de SEO, buscando ese punto de vista diferencial que hace regalemos un clic en el anuncio.
De hecho, según Forbes, se espera que la IA tenga un impacto significativo en la economía para 2035, aumentando la productividad empresarial en más de un 40%, e impulsará el crecimiento económico en una media del 1,7 % en 16 sectores como comunicaciones, manufactura, servicios financieros, educación, hostelería y turismo, restauración y un largo, largo etcétera. Parece otra vida, pero no, son tan solo unos diez años, lo vamos a ver y vivir en primera persona.
Dentro de todo este vértigo de sucesos, hubo una acción que, para mí, fue un antes y después: en el 2021 tuvimos el desafío de acompañar a Axe en una transformación de marca para recuperar el “Efecto Axe” y reconectar con su target más joven. Fue así que terminamos produciendo Antes De Ti con Rusherking y María Becerra, quienes no solo aportaron la voz y lenguaje perfecto para hablarle a la audiencia, sino también la performance ideal para eficientizar la inversión de la campaña. Esto fue posible por Shinebuzz, herramienta de IA propia, que nos permite medir y predecir resultados de cualquier influencer, en cualquier parte del mundo. Al final, este ADN tecnológico es indispensable para planificar y ser la base del proceso creativo. Tener acceso a estos datos, hoy en día, es poder, y te podes volver la persona más creativa del mundo cuando tienes una cantidad tan extensa de información.
El sector publicitario está evolucionando y la IA es una herramienta clave en este proceso. Estas herramientas nos están permitiendo crear, planificar, diseñar y procesar datos a una velocidad inimaginable, dándonos la oportunidad de analizarlos con más profundidad y hacer algo que la industria necesitaba hace ya unos años: encontrar nuevos caminos.
A medida que la IA continúa avanzando, esperamos ver más cambios en la forma en que se realiza la publicidad y la creatividad se explota en el sector, al final, ¿quién dice que este artículo no lo escribí con ChatGPT?