De acuerdo con el Banco de México, los cajeros automáticos siguen siendo el principal canal para que la población obtenga dinero en efectivo. El 48 por ciento de la población, de entre 18 a 79 años, es decir 24 millones de personas, obtuvo efectivo de cajero automático en los últimos tres meses.
El estudio menciona, a su vez, que el 53 por ciento de la población objetivo acude al cajero automático entre 1 y 5 veces al mes. En relación a esto, también arrojó que sólo el 3 por ciento lo hace entre 6 y 10 veces al mes y, apenas el 1, más de 10 veces.
No obstante la creciente adopción de la banca móvil y los métodos de pago alternativos, además del cierre de oficinas, los cajeros automáticos siguen siendo una opción para aquellas personas que eligen este canal a diario para realizar sus transacciones y retirar efectivo. Por lo que encontrar el equilibrio entre la digitalización y el desarrollo de cajeros, sin dejar de lado algún aspecto ni generar cargos adicionales a los clientes, es un desafío para las entidades.
Agrupación de cajeros automáticos
En este sentido, Auriga, especialista internacional en banca omnicanal y proveedor de soluciones de tecnología para el sector bancario y de pagos, aclara las oportunidades que ofrece el modelo de negocio de agrupación de cajeros automáticos, donde cada banco puede decidir integrar su propia red con la de otros, para hacer una única y más grande red de valor agregado para todos los clientes de cada banco integrante y a su vez obtener eficiencia operativa al eliminar redundancia de costos, permitiendo replantear por completo la lógica de su actual red, eliminar terminales duplicados y optimizar dónde y cómo se reemplazan, seleccionando mejores ubicaciones -como plazas comerciales o centros de transporte público- para garantizar que la cobertura atienda las necesidades sociales de acceso al efectivo.
“De esta manera los bancos pueden garantizar el acceso continuo al efectivo a sus clientes sin la carga de costos de operar más canales y el usuario recibe el servicio que necesita”, subrayó Martín Espinel, Vicepresidente Comercial de Auriga Latin America.
Entre los beneficios de este modelo se destaca la ampliación de cobertura, optimización de la red y garantización de una mayor seguridad para atender las necesidades y condiciones actuales ante la disminución del uso de dinero. Otro aspecto atractivo es que permite a los bancos una revisión a fondo de sus flotas, abriendo la puerta a una arquitectura e infraestructura de próxima generación y convirtiéndolos en mucho más que máquinas expendedoras de efectivo.
La estrategia también facilita la actualización del software y el hardware para satisfacer las necesidades y condiciones modernas, pues los cajeros automáticos son objeto de ataques físicos y cibernéticos y, por lo tanto, necesitan actualizaciones de seguridad frecuentes.
Todo esto ayuda a acercarse a las cambiantes necesidades y hábitos sociales: por ejemplo, con dispositivos dentro de centros comerciales o estaciones de transporte o aeropuertos, facilitando mediante estos terminales, un servicio de video banca que funcione 24/7, en un lugar accesible para el usuario y en el horario que mejor le convenga. En definitiva, la implantación del modelo de agrupación de cajeros crea un nuevo nivel de optimización y eficiencia en la infraestructura de la red.
En cuanto al usuario, la agrupación garantiza el acceso a una red más amplia y cercana. Además, les ofrece transacciones más rápidas y la posibilidad de utilizar las aplicaciones móviles en coordinación con el cajero, para sacar o transferir dinero utilizando su dispositivo móvil personal (más seguridad), sin contar otros nuevos servicios como pagos a terceros u otras transacciones que también podrían ser incorporadas.
“Los cajeros tienen el potencial de convertirse en plataformas para ofrecer un rango más amplio de servicios financieros y para incrementar el potencial del banco de obtener nuevos flujos de ingresos adicionales a la operativa habitual”, subrayó Martín Espinel, Vicepresidente Comercial de Auriga Latin America.