Recidar, empresa encargada de recoger y dar mantenimiento a objetos usado, presenta una propuesta innovadora para promover el consumo responsable a la hora de vestirse.
Estar a la moda tiene su costo. No solo económico, sino también ambiental. La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es por ello que, es importante tener en cuenta hacer un consumo más responsable de la ropa y de otros bienes con la finalidad de cuidar y preservar el planeta.
El consumo responsable se relaciona con la economía social y solidaria y con el consumo consciente y crítico. Un consumo que desafía las tendencias del mercado y la cultura del despilfarro, y que nos hace sentir bien con nuestros actos y nuestras decisiones.
Es por ello que, Recidar, empresa encargada de recoger y dar mantenimiento a objetos usados para finalmente venderlos a bajo costo a través de sus bazares, presenta una propuesta innovadora para promover el consumo responsable a la hora de vestirse.
El modelo de negocio que realiza esta empresa social se basa en pedir donaciones a las familias que tienen objetos en sus casas que ya no utilizan, el personal operativo los recoge previa cita, luego los restaura o arregla y, finalmente, los vende a un precio módico en sus bazares ubicados en Chorrillos y Villa El Salvador.
“De acuerdo a un estudio que realizamos a inicios de este año, nos dimos con la sorpresa que el 40% de nuestros clientes enfoca principalmente su consumo a la ropa. El otro 60% incluye objetos, muebles y/o artefactos electrodomésticos. Con estas cifras queremos promover el consumo responsable de ‘objetos de segunda’ de manera formal”, sostiene Boris Gamarra, gerente general de Recidar.
Gamarra asegura que es una propuesta segura y de bajo costo para otorgar una experiencia de compra digna a familias que no cuentan con mucho dinero, pero que necesitan obtener bienes. Asimismo, se busca concientizar un cambio ambiental y social en la ciudadanía.
Cabe destacar que, la industria mundial de la moda produce casi 4.000 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero, o el 8,1 % del total mundial, según Quantis, una consultora climática que analiza el impacto ambiental de la industria de la moda.