La falta de datos y tecnología está causando una desconexión entre las expectativas de los empleados y la inversión corporativa. Si vas a la oficina un martes, es posible que hayas notado que tu viaje se hace más largo. A mediados de abril, una investigación de JLL señaló que hay una ocupación promedio de oficinas del 60% los martes en las 10 ciudades de Estados Unidos que rastrea, lo que lleva a más automóviles en la carretera y más personas que usan el transporte público. Pero los otros días de la semana (excepto el viernes) se están poniendo al día rápidamente, alcanzando recientemente casi el 50% de ocupación.
A pesar del aumento gradual de la ocupación, los empleados y los líderes corporativos todavía están frustrados con las estrategias actuales de trabajo híbrido de sus empresas, y el tiempo corre para hacerlo bien.
«Está claro que el híbrido está aquí para quedarse. Los empleados lo esperan, y los empleadores están tratando de responder a esto», dice Carlos Guerrero, Director de Mercadeo de JLL. «Pero la realidad es que muchas empresas todavía están tratando de averiguar cómo gestionarlo».
Guerrero señala que hay muchas razones detrás de la desconexión: los enfoques no están centrados en las personas; la propiedad en las estrategias híbridas no se comparte; y no se invierte lo suficiente en la tecnología necesaria para un entorno de trabajo híbrido.
«Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el liderazgo es una discrepancia en cómo se diseña la oficina física y cómo los empleados ahora la usan», agrega.
Por ejemplo, los empleados podrían decir que solo quieren venir a la oficina como un lugar para colaborar con sus compañeros. Sin embargo, los datos muestran que la mayoría de las personas usan la oficina como un lugar para concentrarse en el trabajo, señala Guerrero.
«Desde una perspectiva de bienes raíces de oficina, el mundo ha cambiado. Hay una presión significativa para reducir costos, especialmente a medida que la inflación eleva esos costos», dice Guerrero. «Entonces, cuando se trata de híbrido, hay un equilibrio entre lo que las empresas están invirtiendo y garantizar que esas inversiones tengan el máximo impacto”.
Invertir en tecnología
Después de la pandemia, es evidente que los trabajadores de oficina pueden administrar muchas de sus tareas desde prácticamente cualquier lugar. El «modelo hub-and-spoke» evolucionó, con la oficina convirtiéndose en un centro de colaboración, mientras que el hogar y otros terceros lugares se convirtieron en radios. Las empresas planeaban invertir fuertemente en la «nueva oficina», trayendo más salas de conferencias y tecnología para combinar trabajadores en persona y remotos.
«Si bien todos operan en un período de presiones de costos, las corporaciones están examinando mucho sus estrategias inmobiliarias», agrega Guerrero. «Las expansiones se han ralentizado significativamente. Ahora las empresas están buscando optimizar su espacio existente y hacerlo más adecuado para la forma en que elijan usarlo».
Sin embargo, es evidente que todavía hay un nivel de actualización necesario cuando se trata de avances tecnológicos.
Un área principal que las empresas aún no han abordado es capturar las métricas correctas. El informe Technology and Innovation in the Hybrid Age de JLL analiza 15 tipos diferentes requeridos para una oficina híbrida en pleno funcionamiento. Los investigadores descubrieron que la mayoría de las empresas solo habían implementado alrededor de cuatro de ellos, debido a las preocupaciones sobre el costo y la falta de confianza en qué tecnologías serían las más efectivas.
La encuesta Future of Work de JLL también comparte que solo el 13% de las empresas encuestadas se colocaron en una perspectiva avanzada cuando se trataba de su viaje tecnológico.
Oficinas preparadas para el futuro
Guerrero menciona que constantemente escucha a los clientes preguntar: «¿Cómo incorporamos la tecnología híbrida para que nuestros edificios estén preparados para el futuro?»
Tener un enfoque sólido de las métricas es imperativo porque dice que los datos parciales y anecdóticos deben ser más precisos.
A medida que las empresas aceleran su inversión en tecnología para enfrentar los desafíos de una oficina híbrida, los investigadores dicen que es cada vez más difícil comprender el panorama, qué herramientas están alineadas con sus objetivos específicos y cuál es la mejor manera de integrarlas en sus operaciones.
La tecnología permite a las empresas capturar nuevos tipos de datos que ni siquiera estábamos viendo hace cinco años. Cuando las empresas se fijaron en la gestión de instalaciones, probablemente pensaron en la limpieza, la seguridad y los servicios. Ahora, se trata de mirar el espacio. ¿Es eficiente? ¿Cuál es el uso de energía? ¿Cuál es el costo inmobiliario corporativo por persona? ¿La oficina es inclusiva? ¿Es diverso?
«Ha surgido un nuevo nivel de métricas, y eso es lo que debería impulsar las decisiones de las empresas», dice Guerrero. «Eso es lo que les permitirá ser más ágiles, transparentes y receptivos a las necesidades de toda su organización».