Según encuesta realizada por LinkedIn, el 63% de los colaboradores considera que la conciliación, los beneficios y la flexibilidad laboral son valores agregados importantes al momento de aceptar un trabajo, incluso por sobre el salario monetario. Además, capacitaciones y salud mental son algunos de los aspectos que los impulsan a seguir trabajando en una empresa y abordar satisfactoriamente sus tareas, en lugar de pensar en renunciar.
Actualmente uno de los principales desafíos que tienen las organizaciones es buscar el incentivo para mantener y atraer talentos. El salario ya no lo es todo a la hora de garantizar la satisfacción del colaborador. De hecho, cada vez más se da gran valor al “salario emocional”, que se manifiesta en la salud emocional laboral y el bienestar emocional de los colaboradores. Esto lo confirma una encuesta realizada por la consultora Dench, que indica que un 48% de los profesionales considera que sus compañías deben adoptar mejores y más flexibles condiciones de trabajo, así como promover un estilo de liderazgo centrado en la empatía; en tanto, un 29% cree que las organizaciones deben reconectarse con el trabajador y tener una comunicación con ellos.
Pero ¿qué es el salario emocional?, en palabras de Ana Paula Durán, Customer Success Manager, “el salario emocional es todo aquello que ofrece una organización para cuidar de sus colaboradores y garantizar que haya un balance entre su vida laboral y personal. Es decir, es todo aquello que, más allá del dinero, las personas ganan en un trabajo y que les permite crecer profesional y subjetivamente. Se trata, entonces, de algo muy variable que puede comprender aspectos tan diversos como el reconocimiento, planes de formación, horarios flexibles, días libres, actividades de esparcimiento o beneficios sociales, por enumerar tan sólo algunos”.
Cada vez son más las organizaciones que invierten en el bienestar de sus colaboradores, tanto como una forma de atraer talento como de conseguir la lealtad de aquéllos que ya la integran. Pero, así como cada compañía es un mundo, no todos los colaboradores aprecian lo mismo; por eso, un buen primer paso es conocer sus prioridades mediante encuestas de Clima & Engagement, para ofrecerles una propuesta de valor que realmente puedan motivarlos.
En este sentido, Ana Paula Durán, entrega algunos consejos para para mejorar el salario emocional:
- Cultivar una cultura de respeto y reconocimiento: Promover el respeto, la colaboración y una comunicación efectiva, a la vez que se reconocen y valoran los logros y esfuerzos de los colaboradores, puede hacer una diferencia positiva, según la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra.
- Ofrecer oportunidades de desarrollo: En un mundo en constante cambio y movimiento, las oportunidades de desarrollo pueden nutrir la motivación de los colaboradores. En este sentido, aportan los entrenamientos, programas de mentoría y la participación en proyectos desafiantes.
- Favorecer el balance vida-trabajo: Horarios flexibles, días libres y el trabajo híbrido o remoto son algunas de las prácticas que pueden contribuir a un balance saludable. De igual modo, el salario emocional puede enriquecerse con aquellos recursos y programas que promuevan el bienestar emocional de los colaboradores. Entre ellos se destacan los servicios de apoyo psicológico y las actividades de bienestar.
- Potenciar la participación y la autonomía: Dar voz a los colaboradores en la toma de decisiones y autorizar cierto grado de autonomía en su desempeño, contribuye a potenciar el sentido de pertenencia a la organización, así como también fomenta su inspiración y creatividad. De igual modo, apoyar el intercambio de conocimiento aumenta el compromiso con la tarea.
- Fomentar tareas novedosas y retadoras: Según People Matters, capacitar a los colaboradores en herramientas de automatización ayuda a transformar sus actividades rutinarias y a que cuentan con mayor disponibilidad para desempeñar menos mecánicas, creativas y centradas en lo humano. Así, mantendremos la motivación necesaria hacia el trabajo.
El experto finaliza diciendo que “el salario emocional tiene muchos beneficios. Especialmente a partir de la pandemia, la escasez de talentos y la retención de empleados se han vuelto un tema preocupante para las organizaciones; se suma a ello que, entre quienes tienen trabajo, muchos no están a gusto. Es en este marco que el salario emocional adquiere una especial relevancia. Los colaboradores que perciben un salario emocional alto se sienten motivados, comprometidos y productivos. Además, se reduce el ausentismo y crece su lealtad”.