Cada vez más, el mundo está poniendo su atención en políticas ESG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo), principalmente, por dos beneficios que su adecuada implementación genera: primero, fortalecen el valor en el largo plazo para las empresas; y, en segundo lugar, permiten a las empresas medir el impacto que tienen sobre su entorno, lo cual se conoce como “Doble Materialidad”.
En el contexto peruano, “De acuerdo con un estudio realizado por Page Group, el 17 % de una muestra representativa de empresas peruanas afirma estar implementando aspectos ESG en sus estrategias de negocio[1], y si bien esto significa un gran avance con respecto a otros años, aún existen desafíos que dificultan una mayor adopción de estas prácticas”, comenta Renzo Sotomayor, Estratega de Inversiones de AFP Integra.
Entre estos desafíos, el experto destaca tres:
- Medición y divulgación de información. La falta de información disponible acerca de la forma en que las empresas gestionan aspectos ESG materiales dificulta la toma de decisiones de los inversionistas y consumidores. Por ello, Sotomayor hace énfasis en que es fundamental que todos los actores interesados e involucrados – sobre todo accionistas y acreedores – incentiven la medición y divulgación de esta información.
- Estandarización. Las empresas que sí realizan mediciones y comunican sus métricas ESG afrontan el reto de estandarización para lograr que sus resultados sean comparables con los de otras empresas del mercado y, así también, mitigar el riesgo de greenwashing y greenhushing. Los esfuerzos de estandarización de organizaciones globales como SASB (riesgos y oportunidades de la Sostenibilidad) y TCFD (riesgos y oportunidades del Cambio Climático) resultan positivos dado que brindan marcos de trabajo para que las empresas analicen y presenten de forma sistemática estos aspectos. “Concretamente, una adecuada medición y gestión de aspectos ESG materiales permite a las empresas tener un entendimiento más completo de sus negocios y, en el sector financiero en específico, fortalecer el análisis y la toma de decisiones de inversión” agrega el ejecutivo.
- Diferenciación entre políticas sostenibles y conductas corporativas éticas. Aún existe la creencia de que la sostenibilidad es una obligación ética cuando, en realidad, es una vía de doble impacto que puede beneficiar tanto a una empresa como a su entorno. “Integrar estas políticas abre la puerta a una serie de oportunidades, como la apertura de espacios para colaboración con distintos actores, o la contribución activa a distintos ámbitos de la sociedad” indica Sotomayor.
“Desde AFP Integra venimos colaborando en la superación de estos desafíos mediante acciones directas de engagement con las empresas de nuestro portafolio mediante la inclusión de temas de agenda ESG en juntas generales anuales y el acompañamiento en sus avances. Del mismo modo lideramos acciones colectivas a través del Programa de Inversión Responsable (“PIR”), con la elaboración de Guías de Materialidad por Industria para facilitar la medición y estandarización de resultados para las empresas peruanas, y también el desarrollo progresivo de reportes TCFD”, agrega el experto.
De esta manera, es clara la importancia de la implementación de políticas ESG en las empresas para seguir siendo competitivas y generadoras de valor en el largo plazo. Ello facilitará nuestro avance hacia un futuro sostenible y responsable.