Por: Mg. Juan Eduardo Toro Goin
Los medioambientalistas se han equivocado y no han acertado en el blanco con su enemigo que lo tienen frente en sus narices, dedicándose a luchar contra un ente que no existe, este ente es el calentamiento global.
La razón de ello es para justificar a cualquier medio la intervención de Estado, atrayendo un cúmulo de “apoyos” muy “coyunturales e ideológicos” y muy sesgados desde el punto de vista político. ¿Por qué sostengo dicha premisa? Porque si se analiza o se estudia desde la teoría del ciclo, se ve una relación directamente proporcional, entre el análisis austriaco del ciclo y del daño que se produce al medio ambiente.
Te dejo el enlace de la teoría del ciclo para que lo investigues: https://www.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/Mises_Teoria-Austriaca.pdf
La disciplina de la ecología de mercados sostiene que, la mejor manera de preserva y/o cuidar el medio ambiente es: extendiendo la creatividad empresarial con los principios del libre mercado para todos los recursos de la naturaleza. Lo que exige su completa privatización y una eficaz eficiencia de los derechos a la propiedad, a través de agencias privadas de defensa de un sistema jurídico en cada momento y en cada país del mundo. Si se impide, la correcta defensa de los recursos medio ambientales con la creatividad empresarial, propio del libre mercado, se hace imposible el cálculo económico, respecto a estos tipos de recursos, condenándonos a una mala asignación de estos, que se plasman en una sobre explotación del entorno que nos rodea.
Sumando a ello, el indebido tensionamiento de la economía real, que resulta de la euforia, burbuja especulativa o exuberancia irracional, generado por expansión monetaria o de medios fiduciarios, que lleva la reserva de banca por un banco central, para extender o expandir el crédito, la cual lo determino como la “borrachera del crédito”, siendo muy atractiva desde el punto de vista social y político.
Los banqueros se lanzan a prestar dinero de nueva creación y respaldados por sus propios bancos, el proceso está en armonía por un prestamista de última instancia que es el banco central que genera el “inflacionismo pasivo” (Ludwing von Mises). Y todo sabemos que siempre nos llaman para sacar un préstamo o una tarjeta de crédito. Para luego creer que los proyectos de inversión son a una tasa de interés artificial competitivo, lanzándote a invertir para luego ver durante el tiempo que son insostenibles.
Causando a todo ello, un gran stress innecesario para todo el entorno natural la cual implica lo siguiente: se talan árboles que no deben talarse, se poluciona la atmósfera, contaminan los ríos, se fabrica cemento, se extraen minerales, gas, y petróleo, etc. Para tratar de terminar los “proyectos de inversión” que son demasiados ambiciosos, y que en algunos casos no tienen escrúpulos y que los consumidores o compradores no están dispuestos a demandar.
Al final el mercado terminará imponiendo los criterios de los consumidores y múltiples bienes de capital quedaran ociosos poniéndose de manifiesto que se han producido por error (es decir, con una distribución geográfica y temporal equivocada), pues los empresarios fueron engañados por las facilidades crediticias y de bajo interés decretados por las “autoridades” monetarias.
Este defecto es detectado por el maravillo mecanismo del mercado que es un sistema natural que somos partes todos nosotros y no artificial. Porque solo el mercado genera la eficiencia dinámica, pero ¿qué es la eficiencia dinámica? Es la capacidad de promover la creatividad empresarial y la coordinación social. Y en consecuencia a ello se genera una crisis financiera detectando la insolvencia de los bancos.
Por resultado es un daño ocasionado al entorno natural totalmente innecesario pues no se ha plasmado en mejora alguna y en los niveles de vida de los consumidores. Por lo contrario, se ha empobrecidos, por haber gastado sus ahorros reales de la sociedad en proyectos inviables, como los que existen en nuestro país.
En conclusión, que los amantes de la naturaleza deben defender un sistema monetario libre sin bancos centrales. Un sistema monetario central en que todos los agentes económicos incluidos los banqueros privados cumplan el derecho, porque si no tendrán que ir a presión. Pero ¿por qué a prisión?, porque están falsificando papel moneda, por el certificado de depósito, por el importe superior al dinero realmente depositado o que crea de la nada un depósito a la vista, sin que sea depositado de la nada se convierte en un crimen, porque viola los principios esenciales que exige los principios la cooperación social pacífica y armoniosa entre los seres humanos. Y no solo eso, sino que también participa en proceso sistémico de mala asignación de los recursos que distorsiona las señales que orienta a los seres humanos para cooperar voluntariamente unos con otros y que da lugar al ciclo económico.
Y esto hay que enseñar en las universidades, institutos y en los hogares, porque hay una conexión directa entre los ámbitos de la ciencia económica, entre ética y derecho e historia porque confluye en la misa dirección ya sea en la parte evolutivo, histórico y científico.