GfK – una empresa de NIQ analiza el futuro del mercado mundial y sus repercusiones en el país
A pesar de la resiliencia, 2024 comienza con retos provocados por factores económicos adversos y nuevas incertidumbres debido a conflictos mundiales y una geopolítica frágil, una ralentización de la economía china y las consecuencias del ajuste de la política monetaria. La confianza de los consumidores se mantiene en niveles históricamente bajos debido a la crisis del coste de la vida y a la continua incertidumbre. El riesgo de otro ajuste repentino de la política monetaria, combinado con la ralentización del crecimiento económico mundial, ha preparado el terreno para un año difícil para las empresas.
En Perú, el panorama económico se ve influenciado por diversos factores, entre ellos, el pronóstico de crecimiento del PBI para el año 2024, proyectado en un 2.7%, tras experimentar una desaceleración en el año anterior. “Esta disminución se sustenta en una crisis económica, protestas a inicios del primer trimestre, problemas climatológicos y la ausencia de inversión privada, además de una constante inestabilidad política”, expone Karen Doig, Directora General para GfK – una empresa de NIQ, Perú.
Adicionalmente, y aún cuando las expectativas iniciales de un fenómeno del Niño fueron de moderado a grave para este año, las últimas noticias indican que este será leve, lo que podría tener un impacto positivo en las proyecciones económicas. No obstante, las principales preocupaciones de los peruanos se centran en la inflación y el aumento de precios, seguidas por el crimen e inseguridad, y, en tercer lugar, con una tendencia al alza, la recesión y el desempleo.
Felipe Mendes, Vicepresidente para América Latina de Electrónica de Consumo de GfK – una empresa de NIQ, explica que están surgiendo divergencias en las economías del mundo. «Los mercados emergentes están sosteniendo el rendimiento económico mundial, mientras que las economías en desarrollo en su conjunto se están quedando atrás».
En el lado positivo, la confianza de las empresas y los consumidores podría verse impulsada por grandes acontecimientos, desde torneos deportivos a elecciones políticas: ocho de los diez países más poblados (entre ellos India, Brasil, Estados Unidos y Rusia) celebrarán elecciones, así como los Juegos Olímpicos de verano de París 2024.
Perspectivas del sector de electrónica de consumo en un contexto de ralentización del crecimiento mundial
Las categorías de electrónica de consumo reflejan el panorama de lenta recuperación y variaciones regionales y de categoría. El mercado mundial de la electrónica de consumo ha crecido un +4% en términos de ingresos desde 2019 – siendo las categorías de pequeños electrodomésticos e informática las que más han crecido. A finales de 2023, el mercado mostró signos de estabilización que probablemente continuarán en 2024, permitiendo un crecimiento ligeramente positivo.
“La venta de tecnología en Perú ha registrado un decrecimiento del 13% en valor y del 8.5% en unidades en 2023, aunque aún se mantienen 20% por encima de los niveles pre-pandémicos de 2019. A pesar de ello, durante el último año se observó un notable crecimiento en categorías específicas como aires acondicionados, monitores, smartphones, consolas de videojuegos y mini altavoces Bluetooth, destacándose como las más dinámicas en el mercado” comenta Karen Doig.
Los productos de primera calidad a precios asequibles seguirán siendo tendencia hasta 2024, ya que las continuas presiones inflacionistas y la pérdida de ingresos reales hacen que los consumidores busquen una sensación de lujo a precios más bajos. Ahora, casi cuatro años después de los primeros bloqueos, productos como teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y accesorios para PC comprados al principio de la pandemia pronto estarán listos para ser sustituidos o actualizados. Por otra parte, es poco probable que los consumidores quieran actualizar su televisor si ya lo han hecho durante este periodo.
Sin embargo, destaca Doig, en el mercado peruano, la tendencia de precios en tecnología se sitúa en un rango medio, lo que indica un comportamiento cauteloso por parte de los consumidores. Esto sugiere que se busca un equilibrio entre calidad y precio sin optar por productos extremadamente económicos o premium. Además, este año no solo se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos, sino también la Copa América, eventos que podrían impulsar la demanda de televisores y productos relacionados como proyectores, soundbar, antenas digitales, entre otros.
«En general, las perspectivas del mercado de electrodomésticos para 2024 se inclinarán principalmente hacia compras necesarias y bien pensadas, en lugar de mejoras ambiciosas. El impacto de las perspectivas globales sobre el crecimiento, las desviaciones y la confianza de los consumidores en Perú subraya la necesidad de que las empresas aprovechen los estudios de mercado que proporcionan información valiosa que puede orientar las decisiones estratégicas y mejorar los resultados en un entorno empresarial dinámico y desafiante», comenta Bruno Jesús, Director Comercial de GfK, una empresa de NIQ.
«A largo plazo, es importante que las marcas sigan innovando con determinación e inviertan en el desarrollo de una importante cartera de productos. El mercado mundial de bienes de consumo técnicos, estimado en unos 1,2 billones de dólares anuales, no solo es diverso, sino que rebosa de oportunidades económicas a medida que prosigue el crecimiento demográfico, junto con el creciente predominio de la clase media mundial», añade Jesús.
La confianza del consumidor muestra los primeros signos de recuperación
En términos generales, la confianza de los consumidores en los países de la OCDE se sitúa por debajo de la media histórica a largo plazo y, a pesar de mostrar signos de estabilización a mediados del año pasado, alcanzó una trayectoria descendente hacia finales de año. La confianza combinada de los compradores en los países de la OCDE se situó en 98 en noviembre de 2023, frente a 97,5 en enero del mismo año.
En esa línea, Perú ha experimentado una disminución del 10% en los últimos tres años, según el GfK Consumer Life, pasando de un 49% en 2019 a un 39% en 2023, cifra que se mantiene constante desde 2022.
Varios factores contribuyen a la confianza de los consumidores, entre ellos las expectativas de los mercados laborales, el clima político, los precios de los bienes de consumo y la situación financiera personal. «Las expectativas de los consumidores son primordiales aquí, y si los consumidores pueden mantenerse tan resistentes como el año pasado, y con indicadores económicos como la inflación y los mercados laborales siguen estabilizándose, esta confianza podría recuperarse en 2024. Sin embargo, las diferencias regionales siguen siendo pronunciadas y deben tenerse en cuenta en las primeras fases de planificación», finaliza Mendes.