La crisis económica actual, producto de las medidas tomadas para evitar la propagación del COVID-19, no tiene precedentes porque genera diversos golpes o choques simultáneos a la economía, lo que afecta de manera significativa a los ingresos de millones de familias, de empresas y del Estado. En la #RutaIPAE Medidas de corto plazo para la reactivación económica, desarrollada por el Grupo de Trabajo de Reactivación Económica, del área de Desarrollo Nacional de IPAE Asociación Empresarial, detalla que de no lograr tener un contexto adecuado en lo sanitario, económico y político el Perú podría recuperar la estabilidad pre-pandemia en un periodo no menor a los 5 años.
“Los ingresos de las familias y de las empresas se recuperarán lentamente y se mantendrán en niveles muy por debajo de los observados el 2019. La informalidad aumentará significativamente, la clase media se reducirá hasta niveles no vistos en 10 años, la pobreza podría aumentar de 20% a 30% y no se descarta un escenario de alta convulsión social”, señaló José Carlos Saavedra, vicepresidente de IPAE y miembro del Comité Estratégico de Desarrollo Nacional.
La #RutaIPAE explica que el nivel de incertidumbre del desempeño económico del Perú es muy elevado debido a la poca claridad sobre el frente sanitario, el entorno externo, la efectividad de la política económica, el escalamiento de una crisis social y, cada vez más, el político/regulatorio. Ante ello, no se descarta que muchas empresas quiebren, que el empleo formal siga cayendo y que este deterioro afecte al sistema financiero, por el incumplimiento en el pago de los préstamos. De la misma forma, habrá una mayor oferta laboral informal que presionará a la baja los salarios de dicho segmento, los cuales de por sí son menores a los del formal.
“Mientras menos empresas quiebren, se pierdan menos puestos de trabajo y se protejan los ingresos de los más vulnerables, será más fácil recuperar los niveles de producción pre-covid y retomar una agenda pro-crecimiento que apuntale el ritmo de expansión de los próximos años. La sobrevivencia de las empresas grandes formales es particularmente importante, pues estas explican el 80% de la producción y el 60% del empleo formal”, señaló Saavedra, quien también es Socio de APOYO Consultoría.
Esta situación ha conllevado a una caída del PBI de 16.3% en marzo, 40% en abril y 33% en mayo; y una caída estimada cercana al 20% en junio. Según el BCR, la inversión privada caerá cerca de 30% en 2020, la peor caída en 37 años. El déficit fiscal anualizado se ha incrementado de –1.6% del PBI en diciembre de 2019 a –4.6% del PBI al cierre de mayo de 2020, el mayor déficit desde 1990; esto como reflejo de una drástica caída de los ingresos fiscales y un acelerado incremento del gasto corriente. Eventualmente, la adaptación de las empresas al nuevo entorno podría generar efectos positivos sobre su productividad.
La #RutaIPAE propone 10 medidas que se enmarcan en tres bloques: la defensa del empleo formal, el incremento del gasto público y el destrabar la inversión privada, los cuales son clave para la reactivación económica entre ellas: ampliar el alcance del subsidio a la planilla (número de meses y cobertura de trabajadores) a las empresas más afectadas por la crisis; dar bono a trabajadores para compensar la caída de ingresos por reducción de jornada laboral o de salarios por hora; agilizar la aprobación de solicitudes de suspensión perfecta de labores para todo tamaño de empresa, y permitir la contratación por motivos de reactivación económica y mantener la figura del trabajo remoto; ejecutar “combo” de infraestructura social y productiva en zonas donde existan brechas de servicios (e.g. altoandinas) en colaboración con el sector privado a nivel regional, provincial y local, acompañado de un Bono de Ejecución Eficaz; entre otros. Conoce las propuestas completas en: https://www.ipae.pe/wp-content/uploads/2020/08/RDN-Medidas-para-la-reactivacion-economica.pdf
Para el Grupo de Trabajo de Reactivación Económica del área de Desarrollo Nacional, estas 10 medidas deben ser implementadas de manera rápida y adecuada. Es importante anotar que para que estas medidas tengan impacto, es necesario y prioritario controlar la pandemia. Además, el entorno político deberá garantizar la claridad de las reglas de juego para minimizar la incertidumbre en los negocios. En este sentido, un aumento de medidas populistas o conflictos de oposición en el Congreso podrían fomentar la desconfianza empresarial y desincentivar la inversión privada. Además, las gestiones políticas de los próximos meses deben evitar poner riesgo las buenas condiciones macroeconómicas que se han visto amenazadas anteriormente. El Gobierno deberá establecer consensos claros con el Legislativo, para fomentar un clima de estabilidad política de cara a la transición hacia la nueva normalidad.
El documento ha sido elaborado por el Grupo de Reactivación Económica promovido por IPAE, conformado por Pablo Lavado, economista, profesor asociado del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico y ExViceministro de Salud; Cesar Liendo, economista, gerente de Relaciones Gubernamentales de Compañía Minera Antamina y ExViceministro de Economía; José Carlos Saavedra, economista, Socio y Economista Principal de Apoyo Consultoría. Con la asistencia de Mauricio Guzmán y de Andrea Sotelo en el desarrollo del documento base.