El acceso al agua potable en las zonas rurales del Perú es un desafío clave que enfrenta el país. Según el último informe del INEI, publicado en diciembre de 2023, más del 21% de la población rural carece de acceso a agua por red pública, lo que representa una situación preocupante que requiere atención urgente.
El informe revela que una parte significativa de la población rural depende de fuentes no convencionales para obtener agua, como ríos, acequias y manantiales. Esto no solo pone en riesgo la salud pública debido a la posible contaminación del agua, sino que también limita el acceso a servicios sanitarios adecuados y a una higiene equitativa.
Para abordar esta problemática, es crucial implementar soluciones sostenibles y descentralizadas. Neil Vega, docente especialista en agua y saneamiento de la EPG Continental, sugiere opciones como acueductos veredales, reservorios y cosechas de agua de lluvia, adaptadas a las necesidades específicas de cada comunidad rural.
“La construcción de sistemas de abastecimiento de agua potable debe realizarse con un enfoque integral, considerando aspectos técnicos, ambientales, económicos y sociales. Esto incluye realizar estudios de viabilidad previos para garantizar la aceptación y beneficio por parte de la comunidad”, señaló el experto.
Es fundamental respetar los principios del derecho humano al agua, asegurando la calidad, cantidad, disponibilidad y accesibilidad del recurso. Recordemos también que el acceso a agua limpia y saneamiento para todos forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Vega también enfatizó la importancia de utilizar tecnologías sostenibles adecuadas a nivel local, que consideren las características socioeconómicas, culturales y geográficas de cada región.
Para ampliar la cobertura de agua en zonas rurales, es necesario considerar aspectos como:
Ampliar la cobertura de agua en las zonas rurales del Perú requiere un enfoque multidimensional que involucra a diversas partes interesadas, desde las autoridades locales y regionales hasta las organizaciones comunitarias y los profesionales capacitados. Solo mediante una acción coordinada y sostenible se podrá cerrar la brecha en el acceso al agua potable y promover un desarrollo equitativo en todo el país.