- El acceso a la innovación, al diagnóstico oportuno y al tratamiento adecuado emerge como un desafío fundamental.
Javier Milei cumplió 100 días como Presidente de la Nación en Argentina. Durante este tiempo, cada mañana los ciudadanos argentinos despiertan con la sensación de que algún acontecimiento relevante podría suceder en el ámbito político, aunque resultaba imposible anticipar de qué se trataría. Este sentimiento también se extendía al conjunto del espectro político, que observaba con asombro a un presidente al que las convenciones políticas tradicionales parecían no aplicarle.
A medida que Milei asumía públicamente acciones impopulares y enfrentaba los consiguientes “costos políticos”, su imagen positiva se fortalecía, desconcertando aún más a la dirigencia argentina. El enfoque “libertario” del Presidente se revela tanto innovador como impredecible, y estos mismos elementos, sin duda, impactaron también en la delicada y compleja agenda de la salud.
Por ello, LLYC, la firma global de Corporate Affairs y Marketing, lanzó el informe “Los primeros 100 días del presidente Milei: un análisis de su gestión en salud”. Esta publicación brinda un análisis profundo de la política pública sanitaria durante los primeros meses de Javier Milei como Presidente de la República Argentina y evalúa la comunicación del gobierno sobre temas de salud, ofreciendo una serie de perspectivas y conclusiones que pueden aportar valor a los procesos de toma de decisiones corporativas.
Durante estos días, la administración del Presidente ha impulsado una serie de medidas de gobierno que han desafiado las convenciones políticas tradicionales y han impactado directamente en la agenda de la salud en el país.
El compromiso con el orden fiscal y la optimización de recursos resultan pilares fundamentales de la gestión del gobierno. La política de reducción del gasto público ha generado un efecto inmediato en el ámbito de la salud, y es por esa razón que el Gobierno Nacional busca que las provincias asuman mayores competencias y obligaciones -y sus costos asociados- respecto de la gestión de la atención médica en sus jurisdicciones.
Más allá de la eficiencia en el gasto y en la corrección de resortes estatales específicos, el informe señala la necesidad de implementar reformas con mirada estratégica en el sistema de salud, que apunten a la sostenibilidad, a ampliar el acceso y a garantizar la equidad, lo que sin dudas requerirá reducir la fragmentación y la segmentación, así como propiciar una mayor coordinación con las provincias, en pos de una mejora en la administración sanitaria.
María Eugenia Vargas, directora general de LLYC Argentina: “Nuestro análisis destaca la necesidad urgente de reformas que garanticen la sostenibilidad, un acceso equitativo y la eficacia en el sistema de salud. Aunque hemos observado avances significativos, continúan los interrogantes sobre la dirección futura del sistema de salud argentino».
Juan Ignacio Di Meglio, director senior de Asuntos Públicos de LLYC Argentina: “Han transcurrido apenas 100 días y el Gobierno ya ha dejado muy en claro cuáles son sus prioridades para este primer año de gestión. La baja de la inflación, la reducción del déficit fiscal y una inminente unificación cambiaria son los tres ejes que, en palabras del Presidente, no están dispuestos a negociar. Esto, por supuesto, trae aparejado una reducción importante del gasto a nivel nacional que impacta de forma sustancial en el financiamiento de los sistemas de salud, generando además nuevas relaciones de poder entre los actores del mismo. Comprender estos movimientos y anticipar posibles impactos resulta clave para poder diseñar mejores estrategias de asuntos públicos. Este es el objetivo de nuestro informe”.
Francisco Corbalán, gerente de Asuntos Públicos especializado en Salud de LLYC Argentina: “De nuestra investigación emergen elementos útiles para diseñar y orientar las estrategias a la hora de construir vínculos con el nuevo gobierno. Más allá de los datos duros, buscamos ponernos en el lugar de quienes toman las decisiones, de interpretar las presiones a las que se enfrentan y la responsabilidad que implica conducir esta coyuntura crítica sin descuidar a los pacientes. Gracias a este ejercicio de empatía y a ponernos a disposición de las soluciones, hemos recibido un voto de confianza para ser facilitadores de sinergias entre el sector público y el privado para, a pesar de las dificultades, mantener al paciente en el centro y acercarle soluciones de innovación para mejorar su calidad de vida.”