Entel, la principal empresa de telecomunicaciones, está lista para ampliar sus horizontes al incursionar en el mercado televisivo peruano. Con planes ambiciosos respaldados por una fuerte inversión y una estrategia innovadora, enfoca sus esfuerzos en expandir sus servicios y fortalecer su posición como líder en el sector, apostando por la tecnología como motor de su crecimiento.
Entel proyecta ingresar al mercado de la televisión en Perú, pero antes de ello tendría que esperar hasta que Indecopi le dé su aprobación, según informó Antonio Büchi, gerente general de la empresa, tras la Junta de Accionistas en Santiago de Chile.
“Esperamos que esto ocurra dentro del año (la aprobación de Indecopi), con lo cual hacia fines del 2024 podremos estar con la primera oferta del servicio equivalente”, señaló.
Asimismo, añadió que el servicio se ofrecería mediante la red de fibra óptica compartida con PangeaCo, sujeto a la evaluación de la Comisión de Defensa de la Libre Competencia.
Juan Hurtado, presidente de Entel, destacó que la operación con PangeaCo ampliaría su acceso a 5,2 millones de hogares para el 2026.
En términos de inversión, Entel destinó US$618 millones para este año, tanto como para Perú como para Chile, pero lo destinado para el mercado peruano sería un monto total de US$167. Una suma que supera los US$140 millones invertidos previamente.
De esa cantidad, US$131 millones se dirigirán al negocio móvil y US$16 millones al sector Hogar.
Juan Hurtado destacó que la situación económica en Perú está desvinculada de la política.
“La parte económica está desacoplada de la política, así que estamos tranquilos y contentos en Perú”, aseguró Hurtado a los medios de comunicación”.
Además, subrayó que la operación en el país representa un 27,7% del Ebitda consolidado de la empresa.
Los ingresos de Entel en Perú alcanzaron más de US$1.002 millones, disminuyendo un 9% en comparación con 2022 debido a una caída del 27% en las ventas de equipos.
Durante la Junta de Accionistas, Hurtado presentó un cambio estratégico enfocado en transacciones de fibra y desinversiones, como la venta de torres de alta tensión en 2019 y diversos data centers en 2022, que generaron ingresos por US$1.900 millones. Este nuevo enfoque persigue una estrategia más ágil y centrada en la tecnología.