La acelerada transformación tecnológica motiva a cada vez más compañías a invertir en soluciones de automatización e inteligencia artificial (IA) a nivel mundial, según el estudio FutureScape 2024 de International Data Corporation, se proyecta que la inversión global en estas soluciones alcanzará los US$ 500 mil millones en 2027. Asimismo, 67% de los profesionales de tecnología de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú afirman que sus empresas han intensificado el uso de la IA en los últimos dos años, de acuerdo al reporte IBM Global IA Adoption Index del 2023, que destaca que esta cifra es muy superior al promedio global de 59%.
El mercado financiero nacional también es parte de esta tendencia, específicamente en lo que se refiere a la automatización de la evaluación crediticia, uno de los aspectos más esenciales, que se ha vuelto indispensable para agilizar procesos, reducir tiempos, eliminar el error humano -que es frecuente en las operaciones manuales- y obtener los mejores clientes al reducir los índices de morosidad. La capacidad de incorporar modelos de IA de forma sencilla se ha vuelto fundamental para optimizar procesos y maximizar los beneficios tanto para las empresas como para los clientes peruanos, además de otorgar las mejores herramientas en un mercado donde el ingreso de nuevos actores se ha vuelto más frecuente y la competencia más intensa.
La integración de los motores de decisiones a los sistemas de gestión de préstamos de las empresas financieras además de dar respuestas a las solicitudes en milésimas de segundos sin la necesidad de la intervención del ser humano, permite incorporar modelos de IA. Es así, como entre más evolucionen y crezcan los algoritmos de aprendizaje automático, se podrán mejorar aún más los diferentes tipos de procesos como validar y dar respuestas a solicitudes de crédito con ofertas personalizadas, contar con chatbots más optimizados y que realmente ayuden a los usuarios o, poder descubrir y prevenir en poco tiempo cualquier tipo de fraude.
El hecho de que el 89% de los peruanos bancarizados considere que el uso de canales digitales les facilita la vida y que el 86% de ellos los prefieran antes que los canales presenciales, según una encuesta de Ipsos en 2023, demuestra que la receptividad por las soluciones tecnológicas es muy amplia en el país. Con los costos de adquisición de clientes cada vez más altos debido a la intensa competencia en el mercado, es indispensable para las empresas mantenerlos, extender su ciclo de vida y mejorar sus experiencias. De acuerdo a Santiago Etchegoyen, CTO y cofounder de uFlow, las empresas que vienen utilizando motores de decisiones automatizados han obtenido impactos muy positivos, no solo en los procesos de evaluación crediticia, sino también en el crecimiento general del negocio.
“Por ejemplo, cuando la mayoría de nuestros clientes no utilizaba el motor de decisiones, tardaban en promedio entre dos a seis meses para cambiar sus políticas crediticias, semanas para configurar una normativa, o un día entero para configurar un pequeño error. Ahora, con el motor de decisiones, los cambios en las reglas o modelos que automatizan el otorgamiento de productos financieros se pueden hacer en pocas horas y sin la necesidad de un equipo programadores”, afirma Etchegoyen.
En un momento como este, cuando la tasa de morosidad del sistema financiero peruano llega al 4.84%, la cifra más alta en casi dos décadas de acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), es crucial para las instituciones y negocios financieros contar con un motor de decisiones que tenga la capacidad de conectarse a múltiples fuentes de datos confiables con información actualizada de los clientes potenciales, como por ejemplo su capacidad de pago por el grado de endeudamiento actual, su comportamiento de pago, su propensión a adquirir nuevos productos y su score.
La rápida adopción de soluciones de automatización que permitan incorporar IA en el mercado financiero peruano representa un paso significativo hacia la optimización de procesos, la reducción de la mora, la mejora de la experiencia del cliente y la mitigación de riesgos en un entorno muy competitivo. Con la capacidad de automatizar la evaluación crediticia y proporcionar respuestas instantáneas, estas tecnologías no solo agilizan los procedimientos internos de las instituciones financieras, sino que también fortalecen su capacidad para identificar y atender las necesidades cambiantes de los clientes, promoviendo así un crecimiento sostenible y una mayor estabilidad en el sector.