El presidente de la CIJ dice que la situación humanitaria en la ciudad más meridional de Gaza ahora está clasificada como «desastrosa».
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha ordenado a Israel que detenga de inmediato su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, ubicada en el sur de Gaza, debido a la grave situación humanitaria.
El presidente de la CIJ, Nawaf Salam, calificó las condiciones en Rafah como «desastrosas», señalando que las medidas provisionales previamente emitidas por la corte no han sido suficientes para mitigar el deterioro de la situación.
Esta decisión, votada mayoritariamente con 13 votos a favor y 2 en contra, marca un punto crítico en la presión internacional sobre Israel, que hasta ahora ha mostrado signos de no cumplir con la orden.
La CIJ resolvió que «Israel debe, de conformidad con sus obligaciones bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y en vista del empeoramiento de las condiciones de vida enfrentadas por los civiles en la gobernación de Rafah, detener de inmediato su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda infligir a la población palestina condiciones de vida que conduzcan a su destrucción física, total o parcial.»
Aunque la orden no es ejecutable, la CIJ espera que este fallo contribuya a la presión internacional sobre Israel.
Reacciones de Israel
A pesar de la decisión de la CIJ, Israel intensificó sus ataques en Rafah, bombardeando objetivos en la ciudad mientras se anunciaba la resolución.
El ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, afirmó que Israel tiene la obligación de continuar luchando para asegurar el regreso de sus rehenes y la seguridad de sus ciudadanos.
“Seguiremos actuando de acuerdo con el derecho internacional en Rafah y dondequiera que operemos, y haremos un esfuerzo para evitar dañar a la población civil. No por el tribunal de La Haya, sino ante todo por quiénes somos”, insistió Gantz.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su administración rechazaron enérgicamente las acusaciones de genocidio hechas por Sudáfrica, calificándolas de «falsas, escandalosas y repugnantes». Netanyahu afirmó que Israel no llevará a cabo una campaña militar que cree condiciones de vida que puedan llevar a la destrucción de la población civil palestina en Rafah.
El ministro de seguridad nacional, Itamar Ben-Gvir, acusó a la CIJ de antisemitismo y abogó por una respuesta contundente, sugiriendo la ocupación de Rafah y el incremento de la presión militar hasta lograr la victoria completa sobre Hamas.
Reacciones de Palestina y situación en Rafah
El portavoz presidencial de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh, interpretó la decisión de la CIJ como un consenso internacional para poner fin a la guerra en Gaza. Por su parte, el funcionario de Hamas, Basem Naim, también dio la bienvenida al fallo, pero insistió en que no es suficiente y pidió el fin de la ofensiva en toda Gaza.
El oficial sudafricano Zane Dangor describió la decisión como «innovadora» y una llamada de facto para un alto el fuego. La CIJ emitió su fallo en respuesta a una solicitud de Sudáfrica, en la misma semana en que Irlanda, Noruega y España anunciaron su reconocimiento del estado palestino.
La ofensiva israelí en Rafah ha forzado a cientos de miles de palestinos a huir de la ciudad, que había sido un refugio para aproximadamente la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza.
Rafah también es la principal ruta de entrada de ayuda humanitaria, y su interrupción ha elevado el riesgo de hambruna en la región, según organizaciones internacionales.
Medidas adicionales de la CIJ
La CIJ ordenó a Israel permitir el acceso sin restricciones para la ayuda humanitaria a través del cruce de Rafah y asegurar el acceso de organismos apropiados para investigar las acusaciones de genocidio. Israel también debe presentar un informe sobre su cumplimiento con estas medidas dentro de un mes. Además, la corte pidió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes israelíes capturados por Hamas y otros grupos armados.