- Más del 30% de maíz y el 50% de trigo, podrían enfrentarse a un riesgo de sequía en 2050.
- En un escenario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) elevadas, el 90% de la producción mundial de arroz podría sufrir un estrés por calor significativo en 2050.
- Menos del 10% de la producción de cobre se enfrenta hoy a un riesgo de sequía significativo.
El cambio climático supone una amenaza grave y creciente para la capacidad mundial de producir productos básicos esenciales. Según el reciente informe «Climate Risks to Nine Key Commodities 2024» de PwC, el 70% de la producción mundial de cobre, cobalto y litio podría enfrentarse a riesgos significativos de sequía para el año 2050. Además, el 90% de la producción mundial de arroz podría sufrir estrés por calor en un escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
El informe también subraya que el cambio climático representa una amenaza creciente para la capacidad del mundo de producir productos básicos esenciales. Aun con esfuerzos significativos para reducir las emisiones de GEI, se prevé que el cambio climático provocará condiciones meteorológicas extremas con mayor frecuencia y gravedad.
Por otro lado, el estudio destaca los riesgos específicos que enfrentan diversas materias primas clave. En cuanto a los metales vitales, el 62% de la producción de hierro y bauxita estará en riesgo debido al estrés por calor en 2050, al igual que el 26% de la producción de zinc. Los minerales esenciales también se verán afectados, con el 74% de la producción de litio y cobalto y el 54% de la producción de cobre en peligro por la sequía en 2050. Los cultivos alimentarios no están exentos de estos riesgos: el 87% de la producción de arroz, el 36% del trigo y el 27% del maíz estarán en riesgo debido al estrés por calor en el mismo año.
Respecto al impacto de la crisis climática en los cultivos clave, José Luis Velásquez, socio líder de Sostenibilidad y Cambio Climático de PwC Perú, indicó que “todos los cultivos se desarrollan adecuadamente en un espacio geográfico determinado donde existen características particulares para su adecuado desarrollo. Una de estas características necesarias es una temperatura adecuada, tanto del suelo como del aire que rodea a los cultivos. En ese sentido, si existe alguna variación de esa temperatura ideal, los cultivos sufrirán alteraciones desde la germinación de sus semillas hasta la calidad del fruto”.
Asimismo, la producción de las nueve materias primas estudiadas está altamente concentrada en un número limitado de países, lo que aumenta los riesgos para el abastecimiento global. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, cuatro minas que producen el 47% del cobalto mundial están situadas a lo largo de un único tramo de carretera de 100 kilómetros.
Por su parte, Pablo Saravia, socio líder de Minería de PwC Perú, profundizó sobre la situación de la minería en el país: “En el caso de Perú, se explota el 1.2% del territorio peruano, siendo el cobre, oro, zinc y hierro los que tienen mayor participación en nuestro portafolio de minerales, representando casi el 57% del valor total de exportaciones mineras. Con relación específica a los minerales críticos, en cobre existen alrededor de 50 titulares mineros, de los cuales 5 representan casi el 70% de la producción total, siendo los departamentos de Moquegua, Arequipa y Áncash con un aporte de casi el 50% del total de producción. En el caso del zinc, existen alrededor de 30 titulares mineros, siendo los 5 principales con una contribución de 57% del total de producción, Áncash, Junín e Ica, que aportan alrededor del 60% del total de producción de zinc”.
En ese sentido, PwC sugiere diversas medidas para que las empresas gestionen los riesgos climáticos. En primer lugar, la compañía propone aumentar la resiliencia a través de la identificación de los riesgos climáticos actuales y futuros en toda la cadena de valor. Además, las empresas deben aprovechar las oportunidades desarrollando productos y servicios que apoyen la adaptación al cambio climático. Finalmente, es esencial configurar resultados colaborando con gobiernos, inversores y comunidades locales para desarrollar medidas que respalden las operaciones a largo plazo.