Los desafíos a los que deben responder los líderes son muy diversos. A finales del año pasado, LHH Global realizó una encuesta, en la que el 89% de los líderes encuestados identificaron la capacidad para adaptarse al cambio constante, así como responder a las reorganizaciones y reestructuraciones, como sus dos principales desafíos.
Además, el 86% coinciden que sus retos más grandes están en atraer y retener talento, ser efectivos en entornos de trabajo híbridos, evaluar adecuadamente las capacidades para promociones y el escaso convencimiento y patrocinio acerca de la inversión necesaria para el desarrollo del liderazgo.
Para Roxana Duarte, Líder de la Línea de Servicios de Leadership Development de LHH Perú, contar con el liderazgo requerido es fundamental para el éxito de una organización.
“Los lideres no solo guían a sus equipos a cumplir las metas y objetivos, sino que su rol clave es su impacto en el fortalecimiento de la cultura. Con esto en mente hacer realidad una estrategia de desarrollo de liderazgo se convierte en un factor crítico para alcanzar los objetivos de más largo plazo de la empresa”, expresó.
Indicó que para ejecutar una estrategia de desarrollo de liderazgo se deben cumplir tres condiciones:
- Definir y comunicar las capacidades que el negocio requiere de sus líderes en todos los niveles para la ejecución de su estrategia. Estas competencias deben estar alineadas a la cultura y los valores de la organización.
- El desarrollo del liderazgo requiere del respaldo de la alta dirección y junto con esto la ejecución por el equipo de gestión de personas.
- Luego de identificar cuáles son esas capacidades que la organización necesitar tener disponibles, el siguiente paso es diseñar rutas de aprendizajes, que permitirán el desarrollo del liderazgo.
Señaló que los resultados prioritarios que se obtienen de una estrategia de desarrollo de liderazgo incluyen: asegurar que los lideres cuenten con las capacidades para enfrentar los desafíos; construir una sólida reserva de líderes en todos los niveles para la continuidad del negocio, y finalmente, fomentar la cultura de aprendizaje con una mentalidad de crecimiento que impulse la mejora continua y la innovación.
“Es esencial que los líderes comprendan los terrenos inciertos en los que operan, reconociendo que el liderazgo eficaz requiere habilidades y conocimientos que se pueden desarrollar a lo largo del tiempo, especialmente en períodos de cambio y adaptación”, manifestó.
Por último precisó que, de este modo los líderes estarán preparados para enfrentar los desafíos actuales mediante el desarrollo de habilidades y el fomento de una mentalidad de crecimiento continuo, lo que les permitirá navegar con éxito la incertidumbre y liderar a sus equipos hacia el éxito.
