“La meta es incrementar el consumo por persona a 1.4 kilos de café al 2025”

Angie Higuchi, investigadora de la Universidad del Pacífico, aborda el gran valor que tiene este producto para nuestra economía.

Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), las exportaciones de café peruano superaron los 132 millones de dólares durante el primer bimestre del 2024, es decir, 66 % más respecto al mismo período del año pasado.

Asimismo, el Midagri sostiene que el 95% de la producción nacional de café se destina a la exportación y el resto al consumo interno. En el marco del Día del Café Peruano, Angie Higuchi, profesora e investigadora de la Universidad del Pacífico, explica qué factores determinan su adquisición a nivel local.

“Los peruanos se caracterizan por consumir más infusiones, quinua, maca, entre otros productos durante el desayuno. Las compras de bebidas están asociadas no solo al sabor sino a la cultura y al clima presente en la región, siendo el café más asociado a lugares fríos. Asimismo, las costumbres, como, por ejemplo, el uso del café como herramienta social o también una asociación de su consumo con mantenerse despierto prevalecen en las preferencias de los consumidores”, comenta la especialista, quien añade que el consumo per cápita anual de café nacional e importado llega a los 950 gramos y cuyo volumen es bajo en comparación a países vecinos.

Por ejemplo, Colombia llega a los 2.5 kilos y Brasil hasta los 6 kilos por persona.  Bajo esa línea, la meta del sector es incrementar el consumo por persona a 1.4 kilos de café al año 2025. Actualmente, el Perú destaca en la producción de cafés especiales de alta calidad.

“Es importante destacar la recuperación de Brasil como país productor de café y cómo ha repercutido en los precios. Lamentablemente, Perú no puede competir a su misma escala, pero nuestro café es especial, de pocos volúmenes, pero de alta calidad”, sostiene Higuchi.

Es de vital importancia aumentar el consumo interno, ya que beneficia a toda la cadena de suministro y por ende a nuestra economía. Esto implica abordar elementos tales como la relación del café con la salud, con la edad del consumidor, el ingreso per cápita, las tendencias globales y otros; señala un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el apoyo de la Cooperación Suiza (SECO) sobre el consumo interno de Café.

Con el fin de promover el consumo interno de café, se debe implementar de forma articulada la promoción de esta bebida a través de actores líderes del sector público, empresas, gremios, etc. como la Cámara Peruana de café y cacao y la Junta Nacional del Café que tiene cooperativas cafetaleras asociadas. ¨Debemos aprender de estrategias sólidas como las de Colombia que ha realizado esfuerzos desde 1960 en posicionar su café gracias a la labor de promoción y mercadeo de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. Además, debemos rescatar la importancia de realización de ferias de productores de café que acerquen a los consumidores a la principal fuente de empleo rural de los cafetaleros en medio de desafíos derivados del cambio climático¨ finaliza Higuchi.

Conquistando mercados

A pesar de los grandes retos que implica el cambio climático, la exportación del café peruano continúa como un referente para la economía peruana, siendo así que el 65 % del total de su exportación se concentra en mercados como Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Canadá, Suecia y Países Bajos.

Hoy en día, el café peruano ha conquistado 52 mercados internacionales por su calidad y sabor, lo que ha permitido convertirse en uno de los principales productos de agroexportación, señala el Midagri. En cuanto a las variedades, cabe indicar que nuestro país es el primer exportador y productor mundial de café orgánico junto a Etiopía y está en el top diez de productores de café arábico.

Un punto importante a resaltar es que este es el primer producto agrícola tradicional de exportación. El Perú cuenta con más de 660 mil hectáreas de café en las cuales trabajan más de 236 mil productores, lo que significa que cerca de un millón de familias viven de su cultivo. Su producción se da en 11 regiones, pero se concentra en San Martín, Junín, Cajamarca, Amazonas y Cusco.