El Directorio de Petroperú, presidido por Oliver Stark, anunció la renuncia de todos sus miembros, luego de haber advertido al gobierno, desde el inicio de su gestión, sobre la insostenibilidad financiera de la empresa. La carta fue publicada después de que su presidente anunciara, semanas atrás, que tomarían esta medida si el gobierno no actuaba ante la crisis de la petrolera estatal. La renuncia se formalizó tras reiteradas alertas sobre la crítica situación financiera de Petroperú y la necesidad de tomar decisiones drásticas para garantizar su viabilidad.
Desde mayo, el directorio había estado esperando una respuesta del Gobierno Central sin obtenerla, lo que derivó en una situación insostenible de sobreendeudamiento y falta de liquidez. Stark señaló que el gobierno no había adoptado medidas en más de tres meses, a pesar de las advertencias sobre la posible quiebra de la empresa.
El Directorio realizó tres planteaminetos al al gobierno:
- Continuar inyectando capital sin cambios organizacionales.
- Aceptar la quiebra y liquidación.
- Realizar una reestructuración profunda con el apoyo de una firma internacional y una inyección de capital gubernamental.
Sin embargo, ante la falta de acción gubernamental, el directorio decidió presentar su renuncia irrevocable, destacando que no querían ser parte de una gestión sin futuro.