Tres consejos para calcular el valor de tus activos inmobiliarios de forma estratégica

En el dinámico negocio inmobiliario, el proceso para valuar un inmueble toma especial importancia ya que permite determinar su valor económico en un momento determinado en el mercado. De esta manera, por ejemplo, cuando hablamos de llevar a cabo una transacción de compra-venta de bien inmuebles, para determinar o estimar  el valor actual de una propiedad es necesario realizar una valuación, análisis que involucra la evaluación de distintas características del inmueble ya sea residenciales, comerciales o industriales.

El conocer con precisión cuánto valen las propiedades resultará en una mejor toma de decisiones para los propietarios en cuanto a cualquier tipo de negociación que lleven a cabo con respecto a sus inmuebles o incluso lograr mejores niveles de financiamiento. Además, permite detectar oportunidades que podrían incrementar el valor del activo a través de mejoras físicas o cambios en los parámetros urbanísticos del entorno. Tener conocimiento oportuno es clave para poner en marcha estrategias ágiles y maximizar el valor de la propiedad.

En ese sentido, Cushman & Wakefield, líder en servicios inmobiliarios corporativos, propone una serie de consejos para entender el proceso que conlleva la realización de una valuación y las tendencias actuales que podrían afectar el valor de los inmuebles:

  1. Detallada y rigurosa evaluación de las características y documentación relacionados al inmueble: Durante el proceso de valuación, es necesario recopilar diversos datos y documentos esenciales que permiten evaluar las condiciones del inmueble y la manera en la que estas podrían influir en la determinación de su valor. Desde la partida registral de la propiedad hasta los certificados que acreditan la zonificación, son elementos que proporcionan una visión más clara de lo que se puede desarrollar en una propiedad y por lo tanto tener impacto en su valor. Factores como la ubicación y los parámetros urbanísticos definen, en muchos casos, la posición del inmueble frente a otros comparables en el mercado y podrían verse como una ventaja que ayude a apreciar el valor de una propiedad.
  2. Consulta con profesionales y expertos en el mercado inmobiliario: Uno de los errores más comunes entre los propietarios al estimar el valor de sus inmuebles es basarse únicamente en las ofertas de mercado, las cuales no necesariamente reflejan el precio que efectivamente los compradores están dispuestos a pagar, la expectativa en cuanto al valor puede variar dependiendo del tipo de inmueble y sus condiciones. Para evitar asumir valores que no necesariamente estén de acuerdo con las expectativas de mercado, es recomendable solicitar la opinión de expertos en el mercado inmobiliario, con conocimiento tanto desde el lado de la oferta como de la demanda para que puedan analizar tanto las ofertas desde la perspectiva del comprador como del vendedor, garantizando una estimación de valor más precisa.
  3. Actualización periódica de los valores tomando en cuenta el contexto económico. Para propietarios con un solo inmueble o con una cartera de inmuebles es importante considerar que contar con información oportuna sobre el valor de sus inmuebles permite tomar decisiones sobre posibles estrategias relacionadas a estos y evitar perder oportunidades de desarrollo de inversión. En este análisis periódico es posible relevar posibles cambios en zonificación, parámetros urbanísticos o cambios en el entorno que podrían afectar la estimación de valor de nuestro inmueble en el corto plazo.

Al respecto, Denise Vargas, coordinador del área de investigación de mercados de Cushman & Wakefield, precisa lo siguiente: “Mantenerse informado sobre cambios y últimas tendencias del mercado inmobiliario y evaluar periódicamente el valor de nuestros inmuebles se convierten en actividades esenciales para tomar decisiones estratégicas que optimicen la rentabilidad de un inmueble o de una cartera activos inmobiliarios”, aseguró.

¿Qué factores pueden influir en el precio de un inmueble?

De acuerdo con Vargas, la ubicación, el tamaño, la forma, la distribución, el estado de conservación, la antigüedad, y los parámetros urbanísticos son elementos que podrían tener un impacto significativo en el valor. La complejidad del análisis durante el proceso de valuación estará determinada por esta información y otras adicionales que podrían variar dependiendo del tipo de inmueble. En Cushman & Wakefield hacemos uso de las metodologías acreditadas localmente y sumado a eso contamos con certificaciones reconocidas internacionalmente, en ambos casos, el objetivo es la estimación de valor más precisa y aterrizada que permite la mejor toma de decisiones ya sea en operaciones de venta o renta., concluyó.