INFANT capacita en avicultura a mujeres yagua y consiguen criar más de 600 gallinas para sustentar su economía familiar

La venta de gallinas y huevos ha sido un salvavidas frente a la falta de venta de artesanía que nunca se recuperó desde la pandemia del Covid-19.

La ONG INFANT, Instituto de Formación para Adolescentes y Niños Trabajadores, ubicada en Iquitos, ha desarrollado un programa de capacitación en avicultura para madres del pueblo indígena Yagua de la comunidad Nueva Vida, consiguiendo la crianza de más de 600 gallinas felices y una producción de huevos sostenida, que actualmente es su principal sustento.

“Los talleres de INFANT han empoderado a las mujeres y madres coraje yagua, convirtiéndolas en emprendedoras avícolas, con gallinas y huevos que venden en ferias de Iquitos, y que también sirven para el consumo de sus hogares”, explicó la directora de INFANT, Esther Díaz.

De acuerdo con Díaz, el taller de crianza avícola ecológica se basa en una estrategia de trabajo en equipo, que cuenta entre sus principales pilares a la transparencia, el apoyo mutuo y la inversión conjunta para la optimización de los recursos de las mujeres. “Así hemos conseguido que al comprar sus insumos en equipo, ahorren hasta en 20% a diferencia de cuando lo hacían por separado”, destacó.

Las facilitadoras de INFANT también han enseñado a las mujeres yagua que las gallinas felices, por ser criadas de forma orgánica, sostenible y en libertad, pueden ser mucho más valoradas en el mercado, y la comunidad está próxima a oficializar el nombre de su propia marca de huevos, denominada “Huevos Felices”.

La crianza de gallinas felices con el apoyo de INFANT se inició en 2019, y ha aliviado la economía de la comunidad, que antes se sostenía de la venta de artesanía pero cuya venta nunca logró recuperarse desde la baja del turismo ocurrida durante la  la pandemia del Covid-19. La ONG realiza su trabajo con la comunidad sustentándose mediante donaciones de privados.

Los yagua son el único pueblo indígena en el Perú cuya lengua pertenece a la familia lingüística Peba-Yagua, según la Base de Pueblos Indígenas Originarios. Es uno de los pueblos con mayor participación en los circuitos turísticos de Loreto donde viven principalmente, en la frontera con Brasil y Colombia.